La administración Trump advierte a las universidades que les recortará financiamiento si no eliminan los «programas DEI»

El gobierno de Donald Trump advirtió sobre recortes en la financiación federal para instituciones académicas y universidades si continúan con los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) que el nuevo presidente estadounidense ha intentado desmantelar en sus primeros días en el cargo.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?

Trump ha emitido órdenes ejecutivas desde que asumió el cargo el 20 de enero para apuntar a la DEI en el gobierno federal y el sector privado.

Algunas ONG afirman que los programas DEI ayudan a mejorar las comunidades marginadas al abordar desigualdades históricas. Trump y sus aliados, por el contrario, sostienen que los programas son antimérito y discriminatorios contra los blancos y los hombres.

CITAS CLAVE

«El Departamento (de Educación) tiene la intención de tomar las medidas apropiadas para evaluar el cumplimiento de los estatutos y reglamentos aplicables con base en el entendimiento plasmado en esta carta a más tardar 14 días a partir de la fecha de hoy, incluidos los requisitos antidiscriminación que son una condición para recibir fondos federales», comunicó el Departamento de Educación en una carta.

La carta, que fue publicada el lunes por Axios, estaba fechada el viernes y aconsejaba a las instituciones educativas que cumplieran con las leyes de derechos civiles y dejaran de intentar eludir las restricciones, incluso dejando de depender de contratistas externos para tales prohibiciones.

«Las instituciones que no cumplan con la ley federal de derechos civiles pueden, de acuerdo con la ley aplicable, enfrentar una posible pérdida de financiación federal», sostuvo la carta.

CONTEXTO

Los programas DEI han sido parte de los esfuerzos de diversidad en el lugar de trabajo para garantizar una representación más justa de los grupos considerados históricamente marginados, como los afroamericanos, los miembros de la comunidad LGBTQ+, las mujeres, las personas discapacitadas y otras minorías étnicas en los Estados Unidos.

Los esfuerzos de DEI cobraron impulso en 2020, incluso en el sector privado, después del asesinato de George Floyd, un hombre negro que murió después de que un policía blanco de Minneapolis se arrodillara sobre su cuello durante varios minutos.

Si bien en la superficie las grandes corporaciones parecieron adherir a esta agenda woke (la cual incluía, en muchos casos, el financiamiento de operaciones trans), por debajo se notaba un creciente malestar por la imposición del estado en las políticas internas de las empresas.

Estas políticas también suscitaron críticas al ser percibidas por algunos como una forma de «discriminación positiva» en detrimento de otros grupos, al tiempo que incrementaban los costos operativos de quienes se veían obligados a contar con un “departamento DEI” en su establecimiento.

El primer gran golpe a esta agenda llegó en 2023 de la mano de la Corte Suprema de Estados Unidos. Un fallo del máximo tribunal, que cuenta con una amplia mayoría conservadora, prohibió el uso de la raza como factor en las decisiones de admisión universitaria. El alcance de la sentencia -afirmaron varios juristas- incluía también a empresas.

La victoria de Donald Trump en las elecciones de noviembre de 2024, sin dudas, aceleró la caída de la agenda DEI.

Desde entonces, los cambios parecen ir a una velocidad vertiginosa. A horas de haber asumido un nuevo mandato, el 21 de enero Trump firmó una orden ejecutiva que instruye a las agencias federales a eliminar referencias a principios DEI en subvenciones y contratos, e insta a las empresas a seguir el mismo camino.

“Mi administración ha tomado medidas para abolir todas las políticas discriminatorias absurdas en materia de diversidad, equidad e inclusión (estas eran políticas absolutamente absurdas) en todo el gobierno y el sector privado”, explicó el dirigente republicano ante el Foro de Davos días después.

En las últimas semanas, varias firmas, de las más grandes del mundo, y que eran reconocidas por la enorme inyección de dinero a esta agenda, comenzaron a anunciar “revisiones” o directamente la supresión de las políticas DEI.

Entre las grandes marcas que iniciaron este nuevo camino se encuentran Walmart, Ford, Lowe’s, Harley-Davidson y Jack Daniel’s. Más recientemente, McDonald’s también anunció que seguiría el ejemplo, citando un «cambio en el entorno legal y político» como la razón principal de su decisión.

Las políticas DEI han sido objeto de diversas críticas. Muchos juristas afirman que muchas -por no decir la mayoría- de las iniciativas DEI en territorio estadounidense violan el Título VII de la Ley de Derechos Civiles al considerar características como raza y género en las decisiones de contratación.

De hecho, empresas como CBS, Morgan Stanley y Gannett aún enfrentan demandas que alegan discriminación contra hombres blancos. Un caso destacado es el del holding mediático, cuyo presupuesto dedicado a iniciativas DEI aumentó un 15% anual entre 2020 y 2022, pero enfrentó críticas por despedir a trabajadores blancos para cumplir con objetivos de diversidad.

Por eso, no son pocos los que argumentan que, en lugar de promover la inclusión, estas iniciativas pueden generar divisiones al enfatizar las diferencias entre los empleados. Un estudio de la Universidad de Rutgers encontró que formaciones DEI pueden aumentar la hostilidad racial al resaltar las diferencias grupales.

Además, se cuestiona la eficacia de estos programas en términos de resultados tangibles: al imponer cuotas -de género o raza-, las políticas DEI pueden llevar a contrataciones basadas en criterios distintos al mérito, lo que podría afectar la eficiencia y productividad de las organizaciones.

Con información de Reuters

Foto del avatar
Redacción Mundo Libre
Por favor, activa JavaScript en tu navegador para completar este formulario.
Consent

COMENTARIOS

guest
0 Comentarios
Más antiguo
Más reciente
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios