La administración Biden dio dinero a grupos vinculados a Hamás

La decisión del presidente estadounidense Joe Biden de reiniciar programas de ayuda para los palestinos ha generado críticas esta semana porque hay indicios de que ese dinero, o una parte de él, habría servido para financiar a la organización terrorista Hamás.

Puntualmente, Biden ha prometido cientos de millones de dólares para los palestinos desde que asumió el cargo, revirtiendo una decisión del expresidente Donald Trump de cortar casi toda la ayuda a los palestinos, en parte debido a preocupaciones sobre la influencia de Hamas en la Franja de Gaza.

Menos de un mes antes del ataque de Hamás, que se calcula ha matado a más de 1000 israelíes, un organismo de control estadounidense advirtió que no había suficiente transparencia en torno al flujo de fondos que la administración Biden aprobó para los palestinos desde que el dirigente demócrata asumiera el cargo en 2021.

El inspector general de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) expresó preocupaciones en un informe el mes pasado de que los funcionarios de esa agencia no habían contabilizado adecuadamente los riesgos de proporcionar ayuda en Gaza y Cisjordania desde que Biden asumió el cargo, incluido el riesgo de dar dinero a grupos locales con vínculos con el terrorismo.

De acuerdo al informe, entre los problemas identificados por otras organizaciones de ayuda internacional se encuentra que los grupos locales en áreas palestinas «están en riesgo de ser designados como organizaciones terroristas» por el gobierno israelí. Otras organizaciones de ayuda y países optaron por no utilizar esos grupos como socios locales en sus proyectos de ayuda extranjera.

De hecho, un funcionario de USAID le dijo al inspector general que «tales restricciones reducen el número de posibles socios disponibles para la misión».

En efecto, la administración Biden parece haber entregado dinero a varios grupos con vínculos con el terrorismo en Gaza y Cisjordania, dos territorios bajo control palestino total o parcial. Hamás controla el gobierno en Gaza, mientras que la Autoridad Palestina gobierna en los enclaves palestinos de Cisjordania.

Por ejemplo, el Departamento de Estado envió $18.315 el año pasado a un grupo con sede en Gaza, Natuf for Environment and Community Development, respaldado por un banco palestino que ha enfrentado sanciones de Estados Unidos y críticas de Israel por sus vínculos con Hamás.

Un año antes, el Departamento de Estado envió $2.900 al grupo Natuf para un proyecto de «terapia artística y de graffiti», una subvención de $19.996 para un programa que promovía «asociaciones económicas y educativas inclusivas para jóvenes» y una subvención de $19.806 para «aumentar la conciencia ambiental de la comunidad».

La administración Biden también otorgó $41.213 a un grupo, Fares Al-Arab, que ha estado vinculado al terrorismo en Gaza. Particularmente, esta organización está asociada con Hamás y ha promovido posturas fuertemente antiisraelíes.

Biden también ha prometido un financiamiento significativo a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), que ha enfrentado críticas por sus numerosos vínculos con Hamás.

Trump había cortado el financiamiento de los contribuyentes a la UNRWA en 2018, pero Biden lo restableció, prometiendo más de $200 millones para la organización el año pasado.

Cabe destacar que la UNRWA ha trabajado estrechamente con una organización benéfica con sede en el Reino Unido, el Fondo de Desarrollo y Socorro Palestino, o Interpal, en proyectos en Gaza. En 2003, el Departamento del Tesoro sancionó por primera vez a Interpal por sus vínculos con Hamás. De hecho, el grupo parece seguir sancionado en Estados Unidos.

En 2017, la UNRWA enfrentó críticas cuando se alegó que el presidente de su sindicato de trabajadores palestinos fue elegido para un cargo de liderazgo en Hamás. Ciertamente, no fue la primera vez que se acusó al grupo de emplear a personas vinculadas a Hamás.

Ese año también se descubrieron túneles construidos por Hamás, utilizados para transportar combatientes y armas en secreto, debajo de escuelas de la UNRWA.

En este marco es que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha pedido que la agencia sea disuelta.

El representante Chip Roy (R-TX) y el senador James Risch (R-ID) presentaron una legislación a principios de este año que recortaría el financiamiento de Estados Unidos a la UNRWA debido a su «larga historia de emplear a personas afiliadas a Hamás».

Su proyecto de ley requeriría, entre otras cosas, que la agencia de ayuda rompa los lazos con cualquier grupo sospechoso por parte de Estados Unidos de tener vínculos financieros con el terrorismo.

Pero la administración Biden no ha mostrado señales de reducir la ayuda a la UNRWA ni a los palestinos en Gaza, a pesar de que, en privado, los funcionarios expresaron preocupaciones en 2021 de que reiniciar los programas de ayuda que Trump había terminado podría beneficiar a Hamás.

«Evalúamos que existe un alto riesgo de que Hamás pueda derivar indirecta y no intencionalmente un beneficio de la asistencia de Estados Unidos a Gaza», escribió el Departamento de Estado en un documento interno en marzo de 2021, según archivos obtenidos por el Washington Free Beacon.

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Redacción Mundo Libre
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