Kennedy le pidió a los CDC que cambiaran el lenguaje de su sitio web sobre autismo y vacunas

El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., dijo en una entrevista con el New York Times que él personalmente instruyó a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos para que cambiaran su postura de larga data de que las vacunas no causan autismo.
El sitio web de la agencia de salud pública de EE. UU. se modificó para decir: «La afirmación de que ‘las vacunas no causan autismo’ no está basada en evidencia, ya que los estudios no han descartado la posibilidad de que las vacunas infantiles causen autismo».
Hasta ahora, el portal afirmaba que “los estudios han demostrado que no existe un vínculo entre recibir vacunas y desarrollar trastornos del espectro autista”. Pero desde la noche del miércoles, la agencia modificó ese lenguaje para señalar que la frase “las vacunas no causan autismo” “no es una afirmación basada en evidencia”, porque —según indica la nueva redacción— “los estudios no han descartado la posibilidad de que las vacunas infantiles causen autismo”.
La página añade que ciertas investigaciones que postulan un vínculo habrían sido “ignoradas” por autoridades sanitarias.
«Todo eso de que ‘las vacunas han sido probadas y se ha llegado a esta conclusión’ es simplemente una mentira», dijo Kennedy en la entrevista con el periódico neoyorkino.
Debate
Expertos en salud pública, médicos y científicos han criticado la actualización como el tipo de desinformación contra la que los CDC han luchado durante décadas al promover el uso de vacunas infantiles que salvan vidas tanto en los EE. UU. como en el extranjero. Sin embargo, hay una gran corriente de expertos que no coincide con este punto de vista.
Recientemente, Kennedy hizo un llamado global a eliminar definitivamente el mercurio de todas las vacunas, tras la decisión del gobierno estadounidense de poner fin a su uso como conservante al cual llamó «neurotoxina mortal».
Esta nueva actualización del CDC reaviva una discusión sensible en Estados Unidos, en un momento en que la confianza pública en las instituciones sanitarias continúa siendo un tema central. Con posiciones fuertes en ambos lados del debate, es probable que la decisión del organismo genere nuevas discusiones sobre transparencia, evidencia científica y el rumbo de la política de vacunación infantil en el país.








