Justicia chilena revela nexos de mapuches con régimen cubano y FARC para obtener armas
La justicia chilena ha revelado inquietantes vínculos del movimiento mapuche radical con el régimen cubano y las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Según las investigaciones, el objetivo de estas conexiones era obtener armas de guerra para desestabilizar al país.
Las indagatorias de los peritos de la Policía de Investigaciones (PDI) descubrieron este peligroso negocio en el juicio contra Héctor Llaitul, vocero de la Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco-Malleco (CAM). Esta organización armada mapuche ha perpetrado numerosos ataques contra escuelas, iglesias, compañías forestales, hospitales y carreteras.
«La revisión del teléfono celular del imputado permitió colectar las conversaciones sobre un viaje hecho a Cuba, con el objetivo de adquirir armas de ‘grueso calibre’, así como también, las gestiones para ingresar el arsenal desde Argentina», informaron desde el medio BíoBío.
Entre las pruebas presentadas, se encuentran fotografías de atentados que Llaitul utilizó para reivindicar los ataques ante los medios de comunicación. «Peritos de la Policía de Investigaciones (PDI) declararon ante los jueces del Tribunal Oral, donde revelaron las conversaciones sostenidas por Llaitul, en las que se incluyen algunas referidas a un viaje a Cuba para adquirir armas de grueso calibre y gestiones con personas que las ingresaban desde Argentina con sus respectivas municiones», detalla la información.
El fiscal Héctor Leiva, de la Fiscalía de Alta Complejidad, precisó que «las pruebas que se han presentado reafirman la acusación en contra de Héctor Llaitul, además de entregar antecedentes para otras investigaciones por parte de las Fiscalías respectivas».
Llaitul enfrenta cargos por incitación y apología a la violencia de la Ley de Seguridad del Estado, usurpación, hurto de madera y atentado a la autoridad. En su declaración, el líder mapuche se ha mantenido desafiante: «Soy perseguido por expresar planteamientos políticos o culturales relacionados precisamente con el conflicto entre el pueblo nación mapuche y Estado chileno», aseveró en el tribunal.
Sin embargo, el fiscal regional Roberto Garrido desestima este discurso. «El imputado hacía mucho más que simplemente un llamamiento a las comunidades, si no que estaba más bien detrás de una serie de decisiones que son relevantes para los efectos de poder concretar las acciones de violencia y los sabotajes, como él los denomina». Garrido solicita una pena de 25 años de cárcel.
Los nexos de Llaitul en el exterior están documentados. Según un reporte de El Líbero, las FARC entrenaron como paramilitares a miembros de la CAM, «tras la supuesta mediación que efectuó Manuel Olate, un dirigente del Partido Comunista chileno, ante la guerrilla colombiana no sólo a través de correos electrónicos intercambiados con Raúl Reyes, sino con visitas presenciales al campamento del insurgente».
La historia del líder de la CAM se ha cruzado con la del Partido Comunista y su presidente Guillermo Teillier en varias oportunidades. Luego de la muerte de Raúl Reyes en 2008, salieron a la luz correos electrónicos que daban cuenta de la relación del PC con las FARC y «del trabajo de enlace de uno de sus militantes para que integrantes de la CAM viajaran a Colombia para recibir entrenamiento paramilitar».
En ese momento, trascendió que los radicales mapuches «se trasladaron a Colombia en cuatro grupos de dos entre los años 2004 y 2007, con la finalidad de recibir entrenamiento paramilitar de las FARC».
Las autoridades colombianas abrieron una investigación criminal contra Manuel Olate Céspedes, el presunto nexo entre las FARC y los mapuches. El fiscal Pablo Murcia declaró en 2009 que Olate «servía de enlace a las Farc y coordinaba en Chile a algunas agrupaciones, particularmente de indígenas, asociaciones indígenas en Chile, que recibían instrucción».
Olate fue detenido en 2010 por la Policía de Investigaciones (PDI), ya que Colombia solicitó su extradición por sus vínculos con la guerrilla.
Mientras se desarrollaba la investigación por el atentado contra el fiscal Mario Elgueta en 2008, comenzaron a salir a la luz informaciones sobre el ingreso a Colombia de ocho dirigentes de la CAM y su relación con las FARC.
El juicio contra Llaitul, que tiene 29 audiencias en agenda, promete revelar más detalles sobre la compra de armas de guerra de los mapuches y sus vínculos con La Habana y las FARC. Hasta ahora, se han efectuado siete audiencias, dos de las cuales se concentraron en la declaración del imputado.