¿JD Vance será el sucesor de Trump? Esto contestó el presidente estadounidense

En una reciente entrevista con Fox News, el presidente Donald Trump afirmó que aún no considera a su vicepresidente, JD Vance, como su posible sucesor para las elecciones presidenciales de 2028. «No, pero es muy capaz», respondió Trump al ser cuestionado al respecto por el presentador Bret Baier.
Trump destacó las habilidades de Vance, señalando: «Creo que hay mucha gente capaz. Hasta ahora, creo que está haciendo un trabajo fantástico. Es demasiado pronto. Apenas estamos empezando».
Estas declaraciones se producen mientras el vicepresidente Vance se encuentra en una gira internacional, participando en la Cumbre de Inteligencia Artificial en París y preparándose para asistir a la Conferencia de Seguridad de Múnich en Alemania.
Durante su intervención en París, Vance instó a las naciones europeas a evitar una regulación excesiva de la inteligencia artificial que pudiera obstaculizar el crecimiento de la industria, enfatizando la necesidad de una cooperación internacional que fomente la innovación.
La relación entre Trump y Vance ha sido objeto de atención desde que este último, inicialmente crítico del presidente, se convirtió en su aliado cercano y compañero de fórmula en las elecciones de 2024.
Vance, autor del libro «Hillbilly Elegy» y exsenador por Ohio, ha alineado sus posiciones con las políticas de Trump, adoptando una postura populista y conservadora.
A pesar de su cercanía, Trump ha evitado respaldar públicamente a Vance como su sucesor, lo que ha generado especulaciones sobre las dinámicas internas dentro del Partido Republicano y las posibles candidaturas para 2028. Analistas políticos sugieren que esta reticencia podría ser una estrategia para mantener abiertas las opciones del partido y evitar que Vance sea percibido prematuramente como el heredero aparente.
La postura de Trump contrasta con la de algunos de sus predecesores, quienes han apoyado a sus vicepresidentes como candidatos presidenciales. Por ejemplo, George H.W. Bush contó con el respaldo de Ronald Reagan en 1988, y Al Gore fue apoyado por Bill Clinton en 2000. Sin embargo, no siempre ha sido así; Barack Obama, por ejemplo, no respaldó a Joe Biden en 2016, optando por apoyar a Hillary Clinton.
La decisión de Trump de no designar a Vance como su sucesor podría influir en las dinámicas internas del Partido Republicano, especialmente considerando que Vance es visto por algunos sectores como una figura capaz de continuar con la agenda «América Primero» de Trump. Su juventud y su enfoque en temas tecnológicos y económicos lo posicionan como un posible líder para una nueva generación de conservadores.
Por su parte, Vance ha evitado hacer comentarios directos sobre sus aspiraciones políticas futuras, centrándose en sus responsabilidades actuales como vicepresidente. En declaraciones anteriores, ha mencionado que «veremos qué sucede en 2028», sugiriendo que mantiene abiertas sus opciones sin comprometerse públicamente a una candidatura.