Javier Milei visita Bahía Blanca para supervisar la asistencia tras la tragedia climática

El presidente de Argentina, Javier Milei, llegó en la mañana del 12 de marzo de 2025 a la ciudad de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de monitorear de cerca las tareas de asistencia a las víctimas de una devastadora tragedia climática. El temporal, que azotó la región en los últimos días, dejó un saldo provisional de 16 muertos, decenas de desaparecidos y daños materiales de una magnitud aún difícil de calcular. Acompañado por una comitiva reducida, Milei buscó evaluar el despliegue de recursos y el apoyo a los damnificados, en un viaje que se mantuvo en estricta reserva hasta el momento de su partida.

Un viaje discreto y enfocado

Milei despegó desde el Aeroparque Jorge Newbery a las 6:30 de la mañana junto a su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. En Bahía Blanca se reunió con el ministro de Defensa, Luis Petri, quien ya estaba en la zona coordinando esfuerzos. Según fuentes oficiales citadas por Infobae, la decisión de no anunciar el viaje con antelación tuvo como propósito «evitar una politización» del evento, priorizando la atención a los afectados por encima de cualquier exposición mediática. El presidente también tenía previsto encontrarse con el intendente local, Federico Susbielles, y los responsables del operativo de emergencia.

La visita coincidió con la llegada de un tren solidario proveniente de Buenos Aires, cargado con miles de toneladas de donaciones, víveres e insumos esenciales para los damnificados. Este gesto, combinado con la presencia de Milei, busca reforzar la respuesta ante una catástrofe que ha conmocionado al país. Bahía Blanca, golpeada por un temporal de lluvias extremas, enfrenta anegamientos, destrucción generalizada y una crisis humanitaria sin precedentes históricos, según reportes locales.

La tragedia y la respuesta gubernamental

El fenómeno climático que devastó Bahía Blanca dejó tras de sí un panorama desolador. Además de las víctimas fatales y los desaparecidos, miles de personas han perdido sus hogares y pertenencias. El gobierno municipal, junto a la provincia de Buenos Aires y la administración nacional, ha movilizado recursos materiales y personal para atender a los afectados. La presencia de Bullrich en la zona desde el fin de semana y el trabajo de Petri con las Fuerzas Armadas evidencian un esfuerzo conjunto que Milei vino a supervisar personalmente.

De acuerdo con MDZ Online, el traslado del presidente se mantuvo en «hermetismo» para evitar que la visita fuera interpretada como un acto político. Fuentes cercanas al gobierno señalaron que Milei mantuvo contacto diario con el intendente Susbielles desde el inicio de la crisis, lo que subraya su interés en la situación, aunque la decisión de viajar se tomó sin previo aviso, incluso al propio municipio.

Críticas previas

La llegada de Milei a Bahía Blanca ocurre en un momento en que algunos sectores de la oposición -principalmente la expresidente Cristina Fernández- habían cuestionado la supuesta «desconexión» del presidente con los afectados, según comentarios recogidos por Clarín. Axel Kicillof, gobernador bonaerense, señaló en Radio 10 que no fue informado de la visita y remarcó que el gobierno nacional tiene «responsabilidades que asumir» en emergencias de esta magnitud, incluyendo fondos específicos para desastres.

Por su parte, el operativo solidario sigue creciendo. Además del tren con donaciones, organizaciones locales y nacionales han intensificado sus esfuerzos, mientras el municipio reporta que de los 232 establecimientos educativos de la ciudad, 56 presentan daños graves y las clases permanecen suspendidas por al menos 48 horas más.

Una presencia simbólica en medio de la crisis

La visita de Milei a Bahía Blanca no solo busca supervisar la ayuda, sino también enviar un mensaje de compromiso en un contexto de emergencia. Aunque no se han detallado anuncios específicos de fondos nacionales durante esta jornada, su presencia refuerza la coordinación entre los distintos niveles de gobierno y pone el foco en la resiliencia de una comunidad golpeada. Como informó La Gaceta, el presidente llegó sin cámaras ni un gran despliegue mediático, priorizando el contacto directo con las autoridades y los vecinos más afectados.

En un país acostumbrado a debates polarizados, la tragedia de Bahía Blanca ha forzado una pausa en las disputas políticas, al menos temporalmente. La visita de Milei, discreta pero significativa, se suma a los esfuerzos por mitigar el impacto de una catástrofe que aún está lejos de ser superada, mientras la ciudad lucha por recuperar la normalidad tras días de caos y dolor.

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Redacción Mundo Libre
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