Israel intensifica su campaña militar a pesar de la creciente presión internacional

Al menos 50 palestinos murieron el martes en ataques aéreos israelíes en la Franja de Gaza, según informaron médicos locales, mientras Israel intensifica su campaña militar a pesar de la creciente presión internacional para detener las operaciones y permitir la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria.

Los bombardeos se distribuyeron por toda Gaza, afectando, entre otros lugares, dos viviendas donde murieron 18 personas, incluidas mujeres y niños, y una escuela que albergaba a familias desplazadas. Imágenes de Reuters mostraron a hombres, mujeres y niños revisando los escombros de una escuela en el barrio Daraj de la ciudad de Gaza, donde se veían restos de ropa quemada y un oso de peluche rojo entre las pertenencias esparcidas. En el cercano Hospital Al-Ahli, hombres realizaron oraciones sobre cuerpos envueltos en sudarios blancos antes de llevarlos a sus tumbas.

«¿Cuál es nuestra culpa? ¿Cuál es la culpa de los niños? ¿Cuál es la culpa de las mujeres que encontramos en las escaleras con el cabello y la ropa destrozados y quemados?», expresó Omar Ahel, quien se refugiaba en la escuela. «Por Dios, esto es una injusticia.»

En Jan Yunis, Younis Abu Sahloul relató que su hermano, su cuñada y sus cuatro hijos murieron en un ataque aéreo que impactó un campamento cercano de desplazados sin previo aviso. Según médicos de Gaza, los ataques israelíes han causado más de 500 muertes en los últimos ocho días, marcando una intensificación de la campaña militar.

El lunes, el ejército israelí advirtió a los residentes de Jan Yunis, en el sur de Gaza, que evacuaran hacia la costa en preparación para un «ataque sin precedentes». Hasta el momento, el ejército no ha emitido comentarios sobre los ataques del martes.

Presión Internacional y Crisis Humanitaria

La comunidad internacional ha incrementado sus críticas a Israel. El primer ministro británico, Keir Starmer, expresó en el Parlamento su «horror» junto a los líderes de Francia y Canadá por la escalada militar, reiterando los llamados a un alto al fuego. Los tres líderes advirtieron el lunes que podrían tomar «acciones concretas» si Israel no detiene sus operaciones y levanta las restricciones a la ayuda humanitaria.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defendió las acciones de su país, afirmando que Israel está librando una «guerra de la civilización contra la barbarie» y prometió continuar «defendiéndose por medios justos hasta la victoria total».

La guerra, que comenzó tras un ataque de militantes liderados por el grupo terrorista islámico Hamás en comunidades israelíes cercanas a Gaza en octubre de 2023, ha devastado el territorio costero. Según autoridades de Gaza, más de 53,000 personas han muerto y casi toda la población de 2.3 millones ha sido desplazada. El ataque inicial de Hamás dejó unos 1,200 muertos y 251 rehenes, según recuentos israelíes.

La Franja enfrenta una grave crisis humanitaria, agravada por un bloqueo de alimentos y suministros impuesto por Israel desde el 2 de marzo. Un informe respaldado por la ONU alertó este mes sobre un riesgo crítico de hambruna. Aunque Israel permitió la entrada de nueve camiones de ayuda el lunes y autorizó alrededor de 100 más el martes, la ONU sostiene que Gaza necesita al menos 500 camiones diarios de ayuda y bienes comerciales. Actualmente, los camiones esperan semanas o meses en la frontera.

«Todo está vacío. Los almacenes, los centros de distribución, han estado vacíos durante semanas», afirmó Louise Wateridge, portavoz de la agencia de la ONU para refugiados palestinos (UNRWA), desde un almacén en Jordania con alimentos para 200,000 personas que podrían llegar a Gaza en pocas horas.

Reacciones y polémica

El ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, señaló que algunos países, incluido Francia, están considerando revisar un acuerdo de asociación con Israel y exigió que la ayuda sea «inmediata, masiva y sin obstáculos». En Israel, Yair Golan, líder del partido opositor Demócratas, advirtió en la radio local Kan que el país arriesga convertirse en un «estado paria» por sus acciones contra civiles. Sus declaraciones provocaron una fuerte reacción de Netanyahu, quien lo acusó de repetir «las calumnias antisemitas más despreciables» contra Israel y su ejército.

El ejército israelí emitió un comunicado en el que el jefe de Estado Mayor, Eyal Zamir, condenó cualquier declaración que ponga en duda los valores y la moralidad de las fuerzas armadas. Israel insiste en que su campaña busca liberar a los rehenes y desmantelar a Hamás, mientras que Hamás ha condicionado la liberación de rehenes al fin de la guerra y la liberación de prisioneros palestinos en cárceles israelíes.

La guerra ha tensado las relaciones de Israel con la comunidad internacional, incluido su principal aliado, Estados Unidos, cuyas posturas parecen ahora vacilantes. Mientras la crisis humanitaria en Gaza se agrava, la presión por un alto al fuego y una solución diplomática continúa creciendo.

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Redacción Mundo Libre
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