Interceptan en Florida un barco con 25 migrantes ilegales de Haití: Tenían armas de fuego, drogas y traficaban 5 niños

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció el viernes que agentes de su estado interceptaron una embarcación en la que viajaban 25 migrantes ilegales de Haití que traficaban 5 niños y traían consigo armas de fuego y drogas.

«Tenían armas de fuego y drogas», explicó DeSantis en una rueda de prensa detallando que además contaban con gafas de visión nocturna, y que navegaban imprudentemente.

«Esa embarcación fue interceptada y fueron entregados a la Guardia Costera para su deportación», apuntó.

Según comunicaron las autoridades -citadas por el portal local Florida’s Voice-, el incidente ocurrió el 29 de febrero a las 7:30 pm cerca de Sebastian Inlet (a unos 19 kilómetros -12 millas- al norte de Vero Beach).

El barco tenía 42 pies (12 metros) de largo y fue capturado durante una patrulla nocturna por oficiales de la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida.

En la embarcación viajaban cinco niños sin acompañantes.

Las autoridades dijeron que los sospechosos eran parte de una “operación de tráfico de personas” y que los individuos estaban “acostados boca abajo en la cubierta del barco”.

Había dos ciudadanos estadounidenses: el operador y un pasajero. Ambos fueron entregados a las autoridades del condado de Brevard.

El caso se encuentra en manos de las autoridades federales de inmigración y de la Oficina del Sheriff del condado de Brevard.

Crisis total en Haití

El primer ministro no electo de Haití, Ariel Henry, anunció el lunes que dimitirá una vez que se haya nombrado un consejo de transición y un sustituto temporal, tras dirigir el país caribeño desde el asesinato en 2021 de su último presidente.

Las bandas armadas aumentaron masivamente su riqueza, influencia y territorio bajo su administración, lo que llevó a Henry a viajar a Kenia a finales de febrero para conseguir su apoyo a una misión de seguridad respaldada por Naciones Unidas para ayudar a la policía.

Sin embargo, el conflicto se recrudeció dramáticamente en su ausencia y dejó al neurocirujano de 74 años varado en el territorio estadounidense de Puerto Rico mientras los líderes regionales pedían una rápida transición.