Informes de inteligencia señalan que el régimen cubano podría ordenar la eliminación de Nicolás Maduro si intenta huir
Lo que hace una década parecía una alianza indestructible entre La Habana y Miraflores hoy se describe en lenguaje de inteligencia con una palabra escalofriante: prescindible.
Según informes citados por Axios y corroborados por The Miami Herald, el régimen cubano tendría listo un protocolo extremo: asesinar a Nicolás Maduro si intenta abandonar Venezuela y buscar asilo en el extranjero.
La lógica detrás del supuesto plan es brutal, pero consistente con la dinámica del poder autoritario. Un Maduro vivo, fuera del país y tratando de negociar su supervivencia, sería un peligro letal para Cuba. Con una recompensa de 50 millones de dólares sobre su cabeza y con el Cartel de los Soles ya designado como organización terrorista por Estados Unidos, un exilio del líder chavista abriría una caja de Pandora:
- rutas de narcotráfico,
- financiamiento energético a Cuba a precio de regalo,
- vínculos de inteligencia,
- identidad de los oficiales del G2 cubano que supervisan al chavismo desde las sombras.
Maduro, fuera de control, sería la peor amenaza para La Habana desde el fin de la URSS.
Los guardianes convertidos en posibles verdugos
La ironía macabra es que quienes ejecutarían la orden no serían militares venezolanos, sino los mismos agentes cubanos que hoy lo protegen.
Desde 2023, Maduro reemplazó gran parte de su círculo de seguridad venezolano por efectivos de élite del MININT cubano, considerados impermeables a tentaciones golpistas. Estos agentes:
- custodian Miraflores y La Casona,
- controlan los accesos y comunicaciones del mandatario,
- supervisan los movimientos del propio Maduro.
“Los cubanos no van a permitir que su principal fuente de petróleo y dólares termine como testigo protegido de la DEA”, dijo al Miami Herald un exfuncionario de inteligencia venezolano.
Su conclusión es contundente: “Para La Habana, Maduro muerto es más útil que Maduro declarándole todo a Washington desde Miami.”
Un mapa de fuga que se encoge cada día
Las posibles rutas de escape del líder chavista son cada vez más estrechas:
- Cuba: descartada; la isla atraviesa la mayor crisis energética desde los ’90.
- Rusia: no quiere cargar con un “Snowden latinoamericano” sancionado por EE.UU.
- Nicaragua y Bolivia: carecen de capacidad militar para resistir un operativo de captura estadounidense.
- Turquía o Qatar: teóricamente posibles, pero ambos han enfriado vínculos con Caracas bajo presión de Washington.
En la práctica, solo queda una bifurcación:
rendir-se a Estados Unidos… o morir en el intento de huir.
La recompensa que desestabiliza todo
La recompensa de 50 millones de dólares cambió por completo el equilibrio dentro del chavismo.
Generales que durante años juraron fidelidad al “legado de Chávez” ahora hacen su propia matemática: con esa suma pueden desaparecer del mapa en cualquier país sin tratado de extradición.
“Cuba sabe que si Maduro decide hablar, se lleva puesto todo el esquema de inteligencia cubano en América Latina”, explicó uno de los analistas citados por Axios.
La orden, según esas fuentes, ya estaría activa:
si Maduro cruza una frontera o aborda un avión sin autorización, se dispara el protocolo.
Reacciones en tiempo real: el Caribe en vilo
En redes venezolanas y cubanoamericanas, el tema se volvió tendencia inmediata bajo etiquetas como #MaduroMuertoEnVida y #CubaLoMata.
Muchos usuarios recordaron un precedente histórico incómodo:
Fidel Castro ordenó la eliminación del general Arnaldo Ochoa en 1989, acusado de traición, para impedir que su caída expusiera información sensible del régimen.
Un tuit viral sintetizó el clima:
“Maduro confió tanto en los cubanos que les entregó su vida. Ahora descubre que esas mismas manos le apuntan a la nuca.”
Hasta el cierre de esta nota, ni Caracas ni La Habana han emitido desmentidos, lo que —según expertos en inteligencia— suele equivaler a un reconocimiento silencioso.
La pregunta ya no es si caerá, sino cómo
Con sus rutas cerradas, sus aliados replegados y una recompensa millonaria alimentando traiciones internas, el futuro inmediato de Maduro se vuelve cada vez más estrecho.
En el Caribe flota una pregunta implacable:
¿Quién ejecutará el golpe final?
¿Sus propios generales tentados por 50 millones?
¿O los agentes cubanos que, según informes, preferirían silenciarlo para siempre antes que verlo hablar?
La respuesta dependerá del tiempo.
Y, sobre todo, de la desesperación.
