Infiltrado: un ex agente de la CIA se declara culpable de espiar para China

Alexander Yuk Ching Ma, un ex oficial de la CIA y lingüista contratado por el FBI de 72 años, se declaró culpable en un tribunal federal de Honolulu, Hawái, por espiar para el Partido Comunista chino (PCCh) durante al menos una década y llegó a un acuerdo que redujo su cadena perpetua a 10 años, según informó The Associated Press (AP).

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La declaración de culpabilidad de Ma prosigue a su arresto en 2020, resultado de una extensa investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Ma, nacido en Hong Kong, se trasladó a Honolulu en 1968 y obtuvo la nacionalidad estadounidense en 1975. Inició su carrera en la CIA en 1982, fue asignado al extranjero al año siguiente y renunció en 1989 mientras tenía una autorización de seguridad ultra secreta. Antes de regresar a Hawái en 2001, Ma vivió y trabajó en Shanghái, China.

El caso incluye pruebas contundentes, como un vídeo de 2001 en el que se le ve participando en actividades de espionaje. En la grabación, el ex oficial proporciona información clasificada a funcionarios del Ministerio de Seguridad del régimen chino y recibe 50.000 dólares a cambio. 

Los secretos revelados incluían detalles sobre operaciones de la CIA, activos, comunicaciones seguras y técnicas operativas. Durante años, el ex agente continuó sus actividades de espionaje, recibiendo importantes sumas de dinero y regalos lujosos a cambio de inteligencia robada de Estados Unidos.

El fiscal adjunto Ken Sorenson reveló que la contratación de Ma como lingüista a tiempo parcial por parte del FBI en 2004 se planificó estratégicamente como medida de vigilancia para monitorear sus interacciones con agentes de inteligencia chinos. El FBI decidió emplearlo en un lugar fuera de Honolulu.

En 2006, mientras vivía en Hawái, Ma recibió fotografías enviadas por agentes de inteligencia chinos con personas objetivo para espiar. Sorenson explicó que Ma convenció a su hermano, también implicado como co-conspirador, para que revelara al menos dos de estas identidades. Ma confirmó la veracidad de las declaraciones del fiscal y reconoció haber incumplido los acuerdos de confidencialidad firmados durante su tiempo en la CIA.

El hermano mayor de Ma desarrolló Alzheimer hace una década y quedó completamente incapacitado. Los fiscales no presentaron cargos contra él debido a su incompetencia mental. Sorenson informó al tribunal que el conspirador ya ha fallecido.

Ma aceptó una condena de 10 años de prisión, una reducción significativa en comparación con la posible cadena perpetua a la que se enfrentaba.

Las acciones del espía del PCCh no solo comprometieron la seguridad nacional, sino que también traicionaron la confianza de Estados Unidos. La sentencia final está prevista para el 11 de septiembre, según AP.