Imane Khelif apela sanción de World Boxing tras polémica por su elegibilidad en la categoría femenina

La boxeadora argelina Imane Khelif, campeona olímpica en la división welter femenina de París 2024, apeló ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) la decisión de World Boxing que le impide competir en futuros torneos a menos que se someta a pruebas genéticas de sexo.
El TAS informó este lunes que la deportista busca revertir la medida para poder participar en el Campeonato Mundial de 2025, aunque aclaró que, mientras se analiza el caso, la sanción seguirá vigente.
Antecedentes del caso
La controversia no es nueva. En 2023, la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) descalificó a Khelif tras pruebas cromosómicas que, según ese organismo, la volvían inelegible para competir en la categoría femenina. Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional (COI) permitió su participación en París 2024 tras retirarle el reconocimiento a la IBA y asumir la organización del boxeo en los Juegos, donde Khelif obtuvo la medalla de oro.
En mayo de 2024, World Boxing introdujo la obligatoriedad de los tests de sexo para todos los competidores, estableciendo que Khelif no podría volver a pelear sin someterse a dichos controles.
Entre la identidad y la normativa
Khelif insiste en que nació mujer y subraya que ha competido en torneos femeninos desde los inicios de su carrera. No obstante, las pruebas previas que la descalificaron alimentan dudas sobre su elegibilidad, generando un intenso debate en el deporte internacional.
El presidente de World Boxing, Boris van der Vorst, reconoció que el organismo se equivocó al mencionar públicamente el caso de la boxeadora al anunciar la nueva normativa, admitiendo que debió protegerse su privacidad.
Una disputa aún abierta
La atleta, de 26 años, decidió no participar en un torneo en Países Bajos mientras avanza el proceso judicial. Según el TAS, las partes están intercambiando alegatos y, con su consentimiento, se fijará una audiencia en los próximos meses.
El caso de Khelif se ha convertido en un ejemplo del choque entre identidad de género, regulaciones deportivas y equidad competitiva, una discusión que continúa sin resolverse en el ámbito internacional.