La asombrosa imagen captada por meteorólogos de un observatorio que se volvió viral
Una imagen publicada por el Observatorio Mount Washington de Estados Unidos se hizo viral en redes sociales en las últimas horas y se mantuvo un debate casi «místico» sobre una supuesta aparición celestial.
La meteoróloga Alex fotografió las nubes al amanecer del 26 de septiembre, y unos días atrás lo hizo el meteorólogo Ryan, con rayos anticrepusculares.
En una de las imágenes podía verse una suerte de figura humana rodeada de luz dorada, lo que para muchos correspondía a la silueta de Jesús en el cielo.
Más allá de lo que explicaron los científicos en el posteo de Facebook, muchos usuarios en redes sociales prefirieron darle una connotación divina o espiritual a la “aparición», que circuló mucho en foros religiosos.
Efectos atmosféricos
Los expertos aseguraron que la fotografía fue el resultado de dos efectos atmosféricos combinados, algo que es habitual en la cima de las montañas, con climas extremos y fuertes nevadas.
La luz del sol, las gotas de agua, las nubes o la niebla, generaron la sensación de algo más, según explicaron.
Esa supuesta figura apareció en medio de las “glorias”, como se llama al fenómeno óptico por el que se ven como aureolas de colores alrededor de un objeto o silueta.
Las glorias pueden verse a menudo asociadas al fenómeno llamado espectro de Brocken o espectro de montaña. Este fenómeno -producido cuando el Sol se encuentra a muy poca altura- consiste en una sombra en apariencia enormemente aumentada, proyectada por un observador situado en lo alto de una montaña sobre las nubes situadas a menor altitud.
El nombre deriva del pico Brocken, el más alto del macizo de Harz, en Alemania. Este pico se alza por encima del nivel de las nubes, en un área frecuentemente con densa neblina, lo que favorece la formación de este fenómeno.
La reputación de las montañas de Harz como refugio de brujas y espíritus malignos hacía creer que esta era la causa de la formación de estas gigantescas sombras, rodeadas de glorias, que parecen moverse por sí solas, efecto que puede atribuirse al movimiento de las nubes.
Si bien la ciencia siempre busca explicaciones, no siempre estas logran convencer a todos.
Los antiguos creían que el fenómeno anormal en el cielo se correspondía con la desgracia o la mala suerte para la gente y aún hasta hoy hay personas que conservan esta creencia.
El Libro de los Cambios afirma que el cielo es como la imagen de un sabio que ve la buena y la mala fortuna. Los cambios en los fenómenos celestiales suelen corresponder a la buena y mala suerte de los acontecimientos mundiales y a las bendiciones y desastres de las personas.