Gustavo Petro cancela los símbolos patrios de Cuba en la Serie Intercontinental de Béisbol en Barranquilla
Al más viejo estilo soviético, y en medio de la ola de violencia de izquierda que sacude la región, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, aliado estratégico de La Habana en su cruzada subversiva contra las democracias latinoamericanas, ordenó que la independiente Federación Profesional Cubana de Béisbol (FEPCUBE), que participará en la Copa Intercontinental de ese deporte en Barranquilla, este 26 de enero, no use su bandera nacional, y tampoco cante el himno durante el torneo, cuando el béisbol es el deporte nacional de los cubanos.
En un comunicado oficial del Ministerio de Deporte colombiano sobre la Serie Intercontinental de Béisbol Profesional, se dice: ”El Ministerio de Deporte rechaza las acciones y manifestaciones de la Federación Profesional Cubana de Béisbol (FEPCUBE), que pretende utilizar el nombre, la representación y los símbolos patrios de la República de Cuba, sin la respectiva autorización del órgano competente del país de origen, y sin tener el reconocimiento del gobierno colombiano, o de las autoridades deportivas de nuestro país”.
Y agrega el espurio libelo:”El uso de estos símbolos se interpretaría como una clara infracción a los derechos constitucionales de la República de Cuba”, termina diciendo el documento.
Esta flagrante violación al principio de Autodeterminación de los Pueblos, deja en claro el grado de estulticia y comprometimiento de Gustavo Petro con las dictadura de La Habana, pues desconoce a la Nación cubana, y pone por delante como socio de herejía al partido comunista de la Isla, el financiero de tropelias durante su época guerrillera y de narcotráfico.
Sin embargo, Edinson Rentería, presidente del Team Rentería USA, auspiciante del torneo, dijo en declaración a la emisora colombiana, W Radio Colombia que: ”Los cubanos libres acatarán las reglas que fueran necesarias con tal de participar en el evento”, aseguró Rentería, en un comunicado que busca legitimar al exilio cubano en su primer torneo independiente, y poner coto final a la estratagema del marxismo cubano de validar la espuria cubanía que ellos manejan a través de su plan, La Nación y la Emigración, un programa de la inteligencia cubana diseñado para captar actores serviles a sus propósitos.
Por su parte, desde el equipo de cubanos libres, el infielder habanero que juega ahora en Grandes Ligas estadounidenses, Yunel Escobar, exclamó:”Si tenemos que hacer un minuto de silencio, lo hacemos. Si tenemos que poner una rodilla en el suelo lo hacemos. Este es un equipo del exilio cubano. Nosotros no necesitamos ni la bandera ni el himno, porque los símbolos patrios los llevamos en el corazón”, aclaró Escobar.
Es esencial para entender el por qué de esta trampa echada a rodar por los comunistas cubanos y colombianos, que el béisbol es la síntesis e inicio del proceso de transculturación nacional que finalmente parió a la República soberana de Cuba, y fue un 27 de diciembre de 1874, cuando el Habana Baseball Club, hizo cien kilómetros de recorrido por tren desde la capital de la Isla hasta Matanzas, la ciudad que entonces era conocida como, La Atenas de Cuba, dado el bullicio de sus café literarios, el pulular de los kioscos de revistas de literatura, la gran cantidad de literatos, y los cenáculos, que hacían de la urbe un oasis intelectual muy cubano. En Matanzas, el Habana Baseball Club jugó su primer torneo de béisbol en el Palmar de Junco, y ¿cuánto de significado tiene ello para el deporte que años después se convertiría en el pasatiempo nacional, cuando la palma real es nuestro árbol patrio, símbolo de las guerras de independencia?
Y fue allí, en el Palmar de Junco, en La Atenas de Cuba, cuatro años después, en 1878, cuando Miguel Faílde compone la primera obra musical netamente cubana, en danzón, Las Alturas de Simpson, precursor de la salsa, todo ello en un momento decisivo de la historia de Cuba, debido al proceso político que bogaba entre los cubanos, y que desataría la guerra de independencia en 1895, entonces podemos asegurar, que la música, el béisbol y la literatura cubana fueron el elemento fundamental en el nacimiento de la Nación, o el sancta sanctorum de la cubanidad.
Por esta razón el castrismo ha exigido a su satélite Gustavo Petro, que los símbolos cubanos no aparezcan en la mano de nacionales libres, que jugarían como Nación liberada en ese torneo de béisbol.
El comunismo internacional tiene como meta anular la cubanía, la familia, el individuo, de todas maneras, ha echado a andar el torneo donde estarán cubanos emancipados fuera del yugo marxista, por lo que la dictadura no se verá representada por el deporte nacional, entonces comienza a desestructurararse el comunismo cubano, un proceso de desenganche y separación de lo nacional y lo marxista.