Guatemala resiste la presión de China para romper lazos con Taiwán

En medio de la creciente tensión entre China y Taiwán, Guatemala se ha mantenido firme en su apoyo a la isla democrática, desafiando las presiones de Beijing. Esta nación centroamericana es uno de los 12 países que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, y junto a Belice, uno de los dos únicos socios que le quedan en Centroamérica, un hecho que genera malestar en el régimen comunista chino.

Recientemente el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, denunció que China había rechazado el ingreso de algunos envíos procedentes de su país, especulando que esto podría deberse a la relación diplomática de Guatemala con Taiwán. «Como saben, la toma de posesión del nuevo gobierno taiwanés, con el que Guatemala tiene vínculos, fue hace unos días», dijo Arévalo el 24 de mayo en una sesión de preguntas y respuestas en vivo en TikTok. «Podría haber alguna disputa con China relacionada con esto».

El día anterior, la asociación de exportadores de Guatemala había denunciado que al menos siete contenedores de nueces de macadamia no habían podido ingresar a China y que a los comerciantes se les había dicho que se negaría la entrada a la macadamia y el café guatemaltecos.

El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin, se limitó a responder en rueda de prensa que «no estaba al tanto» de la situación específica.

Guatemala mantiene una balanza comercial en clara desventaja, exportó bienes por valor de 327 millones de dólares a China el año pasado, frente a 4600 millones de importaciones de China, según datos de COMTRADE.

Esta situación se produjo después de que el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Carlos Ramiro Martínez, asistiera a la toma de posesión del presidente taiwanés, Lai Ching-te, el pasado 20 de mayo. Lai y Arévalo hablaron por videoconferencia luego, y el mandatario taiwanés «le agradeció su firme apoyo y pidió un mayor fortalecimiento de los lazos», según un comunicado de la oficina presidencial de Taiwán.

Arévalo se hizo rápidamente popular en la campaña electoral por su dura postura frente a la delincuencia y la corrupción, que asolan Guatemala hace décadas. También afirmaba que su país necesitaba hacer más negocios con China y equilibrar la diplomacia entre Taipéi y Beijing. «Mantendremos buenas relaciones políticas con la República de China y Taiwán en el marco del respeto mutuo», afirmaba antes de asumir su cargo.

La ambigüedad de Arévalo con el tema de Taiwán despertó todo tipo dudas en la región. Finalmente, en respuesta a las especulaciones, Guatemala reafirmó en febrero su posición de apoyo y reconocimiento a Taiwán.

«El ministro de Exteriores, Carlos Ramiro Martínez, ratificó al embajador de la República de China (Taiwán) en Guatemala, Miguel Li Jey Tsao, el reconocimiento a ese país, como una nación independiente con la cual se comparten valores democráticos y de respeto mutuo», comunicó el Gobierno guatemalteco.

Destacando las «excelentes relaciones político-diplomáticas» y la «sólida amistad» con Taipéi, con quienes han compartido «lazos históricos y de hermandad a lo largo de 89 años», razón por la que seguirán fortaleciendo «los vínculos diplomáticos, de cooperación y de amistad».

Aunque hay escepticismo sobre si Guatemala mantendrá en el tiempo una postura firme, aún contrasta con la decisión de otros países de la región que cedieron completamente ante las presiones del régimen chino.

El analista y presidente de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos, René Bolio Halloran, destacó recientemente el caso de Honduras, país que mantuvo el reconocimiento a Taipéi hasta 2023.

«La presidente Castro, de orientación socialista, determinó hacer el cambio, dejando pendiente una deuda por 600 millones de dólares con Taipéi. Pero ahora resulta que China no compra la mercancía hondureña, las exportaciones de camarón de Honduras están en cero, y el régimen chino, después del ajuste diplomático, hace oídos sordos», explicó Bolio.

«De esta manera sucede en todos y cada uno de los países que han desconocido a República de China Taiwán para acercarse a la República Popular China, se quedan sin un aliado fiel y adquieren un socio incumplido y rencoroso», destacó.