Google Chrome incorpora nuevo sistema para espiarte y vender publicidad: aquí cómo desactivarlo
No cabe duda de que la gente que trabaja en Google es muy ingeniosa.
Cuando en 2020 Apple anunció que su navegador Safari, al igual que Firefox, ya no aceptaría cookies para respetar la privacidad de sus usuarios, muchos pensaron que sería el principio del fin de la máquina de hacer billetes de Google.
Verán. Lejos de su delicioso significado repostero, en informática una cookie es un pequeño archivo dejado por cada sitio web que visitas, el cual toma ciertos datos sobre ti y tu computador o teléfono, y los anota junto a la cantidad de veces, páginas y tiempo de tu navegación.
Al pulsar confiadamente en “Entendido“, estás aceptando ser parte del sistema Topics API de Google. Con él, será el propio Google Chrome el que llevará registro de los sitios que estás visitando, clasificando distintos “temas” con tus intereses, los cuales podrán ser consultados por los anunciantes que publiciten en las redes de anuncios de Google.
Así, si tuvieron un hijo y visitan sitios de bebés, verán anuncios de ropa y pañales. Si están buscando destinos para un viaje, verán avisos de aerolíneas y hoteles. Si buscan un motel… ya se hacen la idea.
Esto no sería posible si Google Chrome no se hubiera convertido en el principal navegador del planeta, con más del 50% de los usuarios de cada país, y subiendo a casi al 80% en Latinoamérica.
El nuevo esquema publicitario de Google provocó el enojo de los grupos que abogan por la privacidad de los usuarios, e incluso de su seguridad.
Para la Electronic Frontier Foundation (EFF), el sistema es una “idea terrible”. “Google se basa en la falsa premisa de que debemos elegir entre el sistema de monitoreo anterior o el nuevo. Es uno u otro. En vez de reinventar la rueda del espionaje, deberíamos poder imaginar un mundo sin los múltiples problemas que generan los avisos dirigidos”, recoge ArsTechnica.
Por su parte, Will Dormann, un investigador de seguridad del Carnegie Mellon Software Engineering Institute CERT Coordination Center, destaca que Google despliega el aviso de Privacy Sandbox con un botón de “Entendido” que hace “justamente lo contrario de lo que dice”, pues en vez de darte a elegir si lo quieres o no, lo deja activo por defecto.
De igual forma, Matthew Green, un profesor de criptografía de la Johns Hopkins University, fue más tajante. “No quiero que mi navegador esté monitoreando mi historial para ayudar a entregarme anuncios y definitivamente no quiero que mi navegador comparta ninguna función de mi historial con cualquier sitio al azar que vaya a visitar”, sentenció según recoge The Register.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Dos formas de evitar el espionaje de Google
La primera solución es cambiar de navegador por uno que respete tu privacidad. Mozilla Firefox ha puesto como centro de su desarrollo la privacidad del usuario, pero si dependes de algunas extensiones de Google Chrome (como me ocurre a mí) puedes probar Vivaldi, que es totalmente compatible con ellas.
Ambos pueden importar tus preferencias y marcadores desde Google Chrome.
Pero si ya has desarrollado síndrome de Estocolmo y no quieres deshacerte de Google Chrome, puedes ir a la configuración y desactivar totalmente el sistema de monitoreo de Privacy Sandbox.
Para ello ve a los tres puntos del menú y elige “Configuración”, para luego ir a “Privacidad y Seguridad”. Finalmente, ingresa a la opción “Privacidad en los anuncios” (también puedes pegar directamente en tu navegador la dirección chrome://settings/adPrivacy)
Asegúrate de desactivar la casilla de los tres apartados de la sección:
– Temas de los anuncios
– Anuncios sugeridos por sitios
– Medición de anuncios
Una vez desactivados, podemos confiar (ejem) en que Google no usará su sistema sobre nuestro navegador, aunque si quieres estar más seguro aún, puedes navegar en modo incógnito. De esta manera no se guardará registro de ninguno de tus movimientos (aunque esto puede ser contraproducente para quienes hacen investigación y requieren volver sobre sus pasos).