Fraude bancario en Shandong, China, provoca protestas masivas y represión policial
En la provincia oriental china de Shandong se ha desatado un importante escándalo financiero en el que se acusa a las entidades financieras del gobierno provincial de recaudar fondos de forma fraudulenta . Según se informa, el plan ha implicado a unos 6.000 inversores de todo el país y ha involucrado un total estimado de 35.000 millones de yuanes (unos 5.000 millones de dólares).
Las recientes protestas frente al Departamento de Finanzas de la provincia de Shandong, en Jinan, han llamado la atención, con los afectados exigiendo el reembolso en medio de una fuerte presencia policial.
Los informes indican que el escándalo involucra a cuatro empresas supuestamente vinculadas a plataformas de financiación del gobierno local: Shandong Shuoyun Construction Development Co., Shandong Gaoshun Infrastructure Construction Co., Weihe Ecotourism Development Co. y Shandong Taiyun Urban Construction Co.
El activista de derechos humanos Lin Shengliang, que reside en el extranjero, afirmó en las redes sociales que estas plataformas participaron en una recaudación de fondos fraudulenta, describiéndolo como un «fraude público dirigido por el gobierno».
Las acusaciones
“Las víctimas descubrieron más tarde que esos proyectos eran falsos. Se trata de una estafa pública orquestada por el gobierno”, afirmó Lin. Los vídeos que circulan en Internet muestran a una multitud de manifestantes desafiando el frío fuera de las puertas del departamento de finanzas, gritando “¡Shandong, devuélvannos el dinero!”, mientras la policía se alineaba en las calles y permanecía en alerta máxima.
En el centro del escándalo se encuentra Hehe Shouchuang Investment Management Co., con sede en Shanghái, que supuestamente incurrió en impago en abril de 2023. En un intento desesperado por salvar sus operaciones, la empresa presentó en noviembre un llamado “plan de resolución de deuda” al nombrar a Zhao Guangyu como su director administrativo. Zhao propuso aprovechar un proyecto de “bonos de inversión de la ciudad de Shandong” (supuestamente respaldado por el Departamento de Finanzas de Shandong) para atraer inversores y gestionar sus crecientes deudas.
En virtud de este esquema, el equipo de Zhao aseguró a los inversores que sus fondos estaban “seguros” presentando las emisiones de bonos como respaldadas por plataformas de financiación del gobierno local. Como resultado, más de 6.000 inversores invirtieron sus ahorros en cuatro productos financieros emitidos por Shandong Shuoyun y otros, por un valor aproximado de 35.000 millones de yuanes. Al considerar al gobierno como el garante final, se hizo creer a los inversores que sus inversiones estarían seguras.
Un plan elaborado
Pero, contrariamente a las promesas, las investigaciones revelan que sólo una fracción de los fondos —menos de 3.000 millones de yuanes— llegó realmente a las plataformas de los gobiernos locales. Se dice que alrededor de 17.000 millones de yuanes se destinaron a la reestructuración de la deuda de Hehe Shouchuang y a los pagos atrasados, mientras que el resto sigue sin contabilizarse. El supuesto uso indebido de los fondos ha indignado a los inversores, que recurren a las redes sociales y otras vías legales para exigir respuestas.
Según un aviso de las autoridades provinciales de Shandong, publicado en diciembre de 2024, los altos mandos supuestamente estaban “al tanto del problema” y se comprometieron a “investigar a fondo” los entresijos de la presunta estafa. Pero las autoridades también citaron la “complejidad de la situación” como un posible desafío. “Estamos comprometidos a resolver los problemas de financiación que involucran a Shuoyun, Gaoshun, Weihe y Taiyun. Los inversores deben cooperar para proporcionar información precisa para la verificación”, se lee en el comunicado.
Las protestas estallaron cuando se difundió la noticia del fraude y los manifestantes se congregaron frente a las oficinas gubernamentales para expresar sus quejas. Los informes sugieren que las autoridades respondieron con un enfrentamiento de arrestos, lo que aumentó aún más las tensiones entre los residentes y las autoridades policiales. “Muchos manifestantes ya han sido detenidos”, señaló Lin.
El escándalo se produce en un momento en que China se enfrenta a importantes desafíos económicos derivados de años de estrictos controles del virus “cero COVID”, un sector inmobiliario tambaleante y una demanda de consumo débil . Estos factores han ejercido una enorme presión financiera sobre los gobiernos locales, muchos de los cuales dependían en gran medida de la venta de terrenos y el endeudamiento para financiar proyectos de desarrollo.
Los expertos advierten que, a medida que se agoten estas fuentes de ingresos tradicionales, las plataformas de financiación locales pueden volverse más vulnerables a prácticas riesgosas o fraudulentas. El escándalo de Shandong ejemplifica cómo la inestabilidad económica puede exacerbar los riesgos sistémicos, erosionando la confianza pública tanto en las instituciones financieras como en las entidades gubernamentales.
Una crisis de confianza
Las protestas también han suscitado inquietudes más amplias sobre la transparencia y la supervisión de las plataformas financieras chinas respaldadas por el gobierno. Los críticos sostienen que la falta de regulación ha creado oportunidades para que prosperen esquemas fraudulentos bajo la apariencia de proyectos respaldados por el gobierno.
Con una avalancha de esquemas de inversión no regulados que se hacen pasar por iniciativas respaldadas por el gobierno, los inversores se ven atraídos por las promesas de altos rendimientos y la seguridad percibida de la participación de los gobiernos locales. Pero las revelaciones que se están dando a conocer ponen de relieve la necesidad de una supervisión y una rendición de cuentas más estrictas en el sector financiero de China.
Por Alina Wang