Experto en China asegura que el régimen comunista teme a Trump y está preocupado por su regreso

En medio de la transición presidencial en Estados Unidos, Gordon Chang, reconocido analista de asuntos chinos, ha señalado que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca está generando profunda preocupación en el régimen chino.

Chang, autor de Plan Red: China’s Project to Destroy America, ha calificado al gobierno de Xi Jinping como “inseguro” y afirmó que Trump representa un desafío singular para Beijing, tanto en el plano político como simbólico.

El temor de Beijing a Trump

“Para China, Trump es veneno”, afirmó Chang en una reciente entrevista con Fox News. Según el experto, el régimen chino teme que la influencia de Trump pueda inspirar a la población china debido a su estilo fresco y espontáneo, en marcado contraste con la rigidez ideológica de Xi Jinping.

«Trump es como un viento huracanado. Mientras Xi Jinping es predecible y distante, Trump proyecta una energía que los chinos encuentran fascinante. Y eso aterroriza al régimen”, añadió.

Esta percepción no solo se limita a la élite política. Según Chang, muchos ciudadanos chinos ven en Trump una figura que desafía el status quo, lo que refuerza las preocupaciones del Partido Comunista Chino (PCCh) sobre el impacto de valores occidentales en su sociedad.

Un equipo crítico con China

El presidente electo Trump ha reforzado estas tensiones al conformar un gabinete que incluye figuras con posturas duras hacia China. Entre ellas, Marco Rubio como secretario de Estado y Michael Waltz como asesor de seguridad nacional. Ambos han sido críticos acérrimos del régimen chino, lo que marca un claro cambio respecto a administraciones anteriores.

“El panorama en torno a China ha cambiado radicalmente”, comentó Chang. “Los días de cooperación promovidos por figuras como Henry Kissinger están completamente superados. Beijing ahora enfrenta a un equipo de ‘halcones’ que no cederá ante sus tácticas”.

Preocupaciones económicas y de seguridad

Chang también destacó las crecientes tensiones por las inversiones chinas en Estados Unidos, particularmente en el sector agrícola y tecnológico. “China está comprando grandes extensiones de tierras agrícolas en Estados Unidos, mientras que ningún estadounidense puede adquirir un solo centímetro en China”, denunció.

Además, alertó sobre los riesgos de permitir que empresas chinas establezcan fábricas en suelo estadounidense, citando preocupaciones de espionaje y prácticas predatorias.

Asimismo, recordó incidentes recientes como el sobrevuelo de un globo espía chino sobre instalaciones militares estadounidenses y la participación de organizaciones criminales chinas en el tráfico de fentanilo. “

Esto no es solo un problema económico. Es un ataque a nuestra seguridad nacional. China está utilizando todos los puntos de contacto posibles para socavar a Estados Unidos”, advirtió.

Un régimen en crisis interna

Chang también subrayó las dificultades internas que enfrenta el gobierno de Xi Jinping, desde movimientos de protesta hasta rumores de purgas dentro del Partido Comunista.

Estas presiones, según el analista, podrían llevar al régimen a adoptar una postura más agresiva en el ámbito internacional. “China está enfrentando una volatilidad sin precedentes. Esto aumenta la posibilidad de que Xi Jinping recurra a acciones externas, como una confrontación con Estados Unidos, para distraer a su población”, explicó.

Un desafío para el mundo

El regreso de Trump plantea un nuevo equilibrio de poder en las relaciones internacionales, especialmente en un momento en que Estados Unidos busca frenar la creciente influencia de China. “El régimen de Xi Jinping es muy consciente de lo que significa Trump. Durante sus primeros cuatro años, China mantuvo un perfil relativamente bajo. Ahora, están claramente preocupados y adoptando una actitud cautelosa”, concluyó Chang.

El impacto de esta nueva etapa dependerá de cómo ambas naciones manejen sus diferencias en un contexto de desafíos globales cada vez más complejos.