Oficial de las Fuerzas Aéreas de EE. UU. obtiene la exención de la vacuna Covid por su vínculo con el aborto
Debido a la «conexión con el aborto» de la vacuna contra el Covid-19, un juez federal de Georgia permitió momentáneamente que una miembro de las Fuerzas Aéreas no se inocule, lo que la convierte en la primera persona en quedar exenta de este requisito -por motivos religiosos- dentro de las fuerzas militares, informó el Daily Mail.
El juez del Tribunal de Distrito de EE. UU. Tillman E. Self III emitió el 15 de febrero una orden judicial preliminar para la oficial anónima de la Reserva del Ejército del Aire, según los registros judiciales.
En la sentencia el juez calificó de «ilusorio y poco sincero» el procedimiento de las Fuerzas Aéreas para aceptar un bajo índice de exenciones de la vacuna contra el coronavirus por motivos religiosos.
La oficial no acepta vacunarse debido a sus creencias cristianas, señalando su oposición al aborto, ya que se conoce que se utilizaron células fetales en las vacunas, al menos en las pruebas.
«La demandante cree sinceramente que recibir una vacuna derivada o probada en tejido fetal abortado en su desarrollo violaría su conciencia y es contraria a su fe», dice la demanda.
«La fidelidad a sus creencias religiosas es más importante para la demandante que su carrera y su remuneración, pero la Constitución prohíbe a los demandados obligarla a elegir entre sus creencias y su empleo» se agrega.
En la demanda también se señaló la «inmunidad natural» de la oficial tras dar positivo en COVID en 2020. La mujer se había sometido a una prueba de anticuerpos en diciembre del año pasado, que reveló que todavía tenía buenas defensas en su cuerpo.
Según la demanda, también está dispuesta a «someterse a pruebas periódicas de coronavirus cuando trabaje en persona en la base, a llevar mascarilla, a la distancia social y a trabajar a distancia según convenga».
La sentencia del tribunal llega tan sólo ocho días después de que las Fuerzas Aéreas concedieran exenciones médicas o no religiosas a más de 3.000 miembros del servicio, algo inédito para las fuerzas armadas.
La única diferencia es que la demandante no está vacunada porque siguió su religión y a los demás se les concedió una exención médica o administrativa de recibir una vacuna contra el Covid.
Previamente, las Fuerzas Aéreas habían obstaculizado los derechos de la Primera Enmienda de la oficial cuando desestimaron su solicitud original.
Según datos internos del ejército, las Fuerzas Aéreas han denegado 3.665 solicitudes por motivos religiosos y, a partir del 8 de febrero, han tenido que evaluar otras 3.288. Según un comunicado publicado la semana pasada, el Ejército del Aire había despedido a 142 militares activos por negarse a recibir la vacuna.
“El Departamento de las Fuerzas Aéreas está al tanto de la orden judicial preliminar y acatará la orden del tribunal hasta que el asunto se resuelva legalmente. La Fuerza Aérea no tiene ningún otro comentario sobre este litigio en curso”, dijo la portavoz de la Fuerza Aérea Ann Stefanek.
Trabajadores cristianos del rubro sanitario y de otros sectores, también han pedido exenciones de vacunas en distintos estados. En octubre de 2021, en Nueva York, un juez permitió temporalmente que los demandantes no se vacunen.
Los trabajadores sanitarios que protestaban contra el mandato de vacunación del estado lo hacían porque se oponían a que se les obligara a tomar vacunas que utilizaban «líneas celulares fetales» procedentes de «abortos provocados».
Un funcionario de salud del Estado de Nueva York confirmó en una declaración jurada como parte de este caso que se utilizaron líneas de células fetales en las pruebas y la producción de las actuales vacunas contra el covid-19, según la orden del juez.
Correos filtrados
En octubre de 2021, una denunciante de Pfizer presentó copias de una cadena de correo electrónico que involucra a dos ejecutivos de la compañía de alto nivel que confirman que las líneas celulares que derivan de un feto abortado se han utilizado en el programa de prueba de la vacuna COVID-19 de la compañía.
En un artículo del 6 de octubre publicado por la organización de investigación independiente Project Veritas, Melissa Strickler, una Auditora de Calidad que trabajaba en la planta de Pfizer en McPherson, Kansas, filtró correos electrónicos de Vanessa Gelman, Directora Senior de Investigación, Desarrollo y Comunicación Médica Mundial y Philip Dormitzer, Vicepresidente y Director científico de vacunas virales.
En estos correos, los directivos confirman que se utilizan células renales embrionarias humanas en el programa de pruebas de la empresa.
Strickler afirmó haber descubierto accidentalmente los correos electrónicos en una base de datos interna de Pfizer.