Estados Unidos y Argentina lanzan una alternativa global a la OMS

En un movimiento sin precedentes, Argentina y Estados Unidos anunciaron el 27 de mayo su intención de crear una nueva red de cooperación sanitaria internacional como alternativa a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La decisión, comunicada tras una reunión de alto nivel en Buenos Aires entre el secretario de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Robert F. Kennedy Jr., y el ministro de Salud argentino, Mario Lugones, marca un punto de inflexión en la política sanitaria global.
Ambos países, que formalizaron su salida de la OMS a comienzos de este año, buscan establecer un modelo basado en la evidencia científica, la transparencia y el respeto por la soberanía nacional.
El comunicado conjunto emitido por Kennedy Jr. y Lugones el martes en Buenos Aires destacó las razones detrás de esta iniciativa: “La ausencia de reformas significativas, las demandas financieras desproporcionadas y la creciente politización de la organización han llevado finalmente a Estados Unidos y Argentina a retirarse de la OMS”.
Los gobiernos de Javier Milei y Donald Trump expresaron su “profunda preocupación por el desempeño de la OMS durante la pandemia de COVID-19”, señalando “deficiencias estructurales y operativas” que dificultaron una respuesta eficaz ante la crisis.
La propuesta de esta nueva alianza sanitaria no se limita a una ruptura simbólica. Argentina y EE. UU. invitaron formalmente a otras naciones a unirse a esta red, que busca priorizar la integridad científica y la rendición de cuentas.
“Estados Unidos y Argentina invitan a todas las naciones comprometidas con la integridad científica, la transparencia y la defensa de la dignidad humana a unirse a nosotros para dar pie a una nueva era de cooperación en salud mundial, centrada en los resultados, la soberanía y un futuro más seguro para todos”, reza el comunicado conjunto.
La salida de ambos países de la OMS se formalizó a principios de 2025. El 20 de enero, Donald Trump firmó un decreto en Washington D. C. para retirar a EE. UU. de la organización, argumentando una “mala administración” durante la pandemia de COVID-19 y un aporte financiero desproporcionado de 1.284 millones de dólares en el período 2022-2023, equivalente al 18% del presupuesto total de la OMS.
Argentina, por su parte, notificó su retiro el 25 de febrero mediante una carta firmada por el canciller Gerardo Werthein, presentada en Ginebra durante la 78.° Asamblea Mundial de la Salud.
El gobierno argentino, liderado por Javier Milei, justificó su decisión en la defensa de la soberanía sanitaria y la necesidad de implementar políticas adaptadas al contexto nacional.
En un comunicado oficial del 5 de febrero, la Oficina del Presidente afirmó: “En nuestro país, la OMS respaldó a un gobierno que dejó a los niños fuera de la escuela, a cientos de miles de trabajadores sin ingresos, llevó a comercios y PyMEs a la quiebra, y aún así nos costó 130.000 vidas. Hoy la evidencia indica que las recetas de la OMS no funcionan porque son el resultado de la influencia política, no basadas en la ciencia”.
La nueva red sanitaria propuesta por Argentina y EE. UU. se enfocará en abordar problemas de salud pública desde una perspectiva preventiva, con énfasis en la nutrición, la seguridad alimentaria y la reducción de toxinas ambientales.
Según el ministro Lugones, el modelo buscará “una profunda transformación enfocada en la autonomía, la transparencia, la innovación y el rigor científico”. Por su parte, Kennedy Jr. subrayó la necesidad de “una ciencia de primer nivel” para enfrentar “las verdaderas amenazas a la salud”.
A nivel financiero, la salida de EE. UU. representa un desafío significativo para la OMS, que dependía de su aporte del 18% del presupuesto total. Argentina, aunque con una contribución menor de aproximadamente 10 millones de dólares anuales, también impacta en la cooperación regional. Sin embargo, el ministro Lugones aclaró en febrero que “Argentina no recibe financiamiento de OMS y aunque algunos proyectos de cooperación técnica pueden recibir financiamiento, estos se efectivizan mediante OPS”, asegurando que la salida no afectará los servicios sanitarios nacionales.
La decisión de Argentina y EE. UU. también se reflejó en su ausencia en la aprobación del Tratado Mundial para la Prevención de Pandemias durante la 78.° Asamblea Mundial de la Salud en mayo. Argentina fue el único país del Sur Global que no respaldó el acuerdo.
Ambos países avanzan ahora hacia la consolidación de esta nueva alianza, invitando a otras naciones a sumarse a un modelo que promete mayor autonomía y un enfoque basado en resultados concretos.
La reunión entre Milei y Kennedy Jr. en Buenos Aires el 27 de mayo no solo selló esta iniciativa, sino que también fortaleció los lazos estratégicos entre Argentina y EE. UU., marcando un nuevo capítulo en la salud global que prioriza la soberanía y la ciencia por sobre las agendas internacionales.
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