«Está poniéndolo todo en juego»: Trump respalda a Tesla y a Elon Musk frente a los boicots

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el martes 11 de marzo de 2025 su intención de comprar un nuevo vehículo Tesla como muestra de apoyo al fabricante de automóviles eléctricos y a su director ejecutivo, Elon Musk, en medio de rumores de boicots y una ola de protestas contra la compañía.
La declaración, publicada en la red social Truth Social, llega en un momento en que Tesla enfrenta una caída en el precio de sus acciones y críticas por el papel de Musk en la administración Trump.
En su mensaje, Trump elogió a Musk, afirmando que está “poniéndolo todo en juego” para ayudar a la nación y que está realizando un “trabajo fantástico”. El presidente también acusó a los “lunáticos radicales de izquierda” de intentar boicotear ilegalmente a Tesla, a la que describió como “una de las grandes automotrices del mundo” y el “bebé” de Musk, con el objetivo de atacarlo a él y a los valores que representa.
“Intentaron hacérmelo a mí en las urnas en las elecciones presidenciales de 2024, pero ¿cómo les salió eso?”, escribió Trump, antes de añadir: “De todos modos, mañana por la mañana voy a comprar un Tesla nuevo como muestra de confianza y apoyo a Elon Musk, un verdadero gran americano. ¿Por qué debería ser castigado por poner sus tremendas habilidades al servicio de HACER A AMÉRICA GRANDE OTRA VEZ?”

Contexto de las tensiones
El respaldo de Trump a Tesla y Musk se produce en un contexto de creciente controversia. Musk, quien lidera el denominado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en la administración Trump, ha impulsado recortes drásticos en la fuerza laboral federal, una medida que ha generado descontento entre algunos sectores.
Esta colaboración ha desencadenado protestas contra Tesla en varias ciudades estadounidenses. La semana pasada, unos 350 manifestantes se reunieron frente a un concesionario de Tesla en Portland, Oregón, mientras que a principios de marzo, nueve personas fueron arrestadas durante una ruidosa protesta frente a un concesionario en Nueva York. Estos eventos, apodados por algunos como el “Tesla Takedown”, reflejan el malestar de quienes ven en Musk una figura polarizadora.
Una alianza estratégica
La relación entre Trump y Musk se ha fortalecido desde que el magnate tecnológico asumió un rol activo en la agenda del presidente. Musk, conocido por su visión innovadora en Tesla y SpaceX, ha encontrado en Trump un aliado para promover sus ideas de eficiencia y desregulación. A cambio, Trump ha destacado repetidamente a Musk como un ejemplo de éxito estadounidense, un mensaje que resuena con su base de seguidores.
El anuncio de Trump de comprar un Tesla no solo busca contrarrestar las narrativas negativas, sino también enviar una señal de confianza a los inversores y consumidores. Tesla, que revolucionó la industria automotriz con sus vehículos eléctricos, sigue siendo una de las marcas más valiosas del mundo, a pesar de los desafíos recientes. La decisión del presidente podría incentivar a sus partidarios a seguir su ejemplo, potenciando la imagen de la compañía en un momento crítico.
Más allá de los rumores
Aunque las protestas y los rumores de que hay un quiebre en su relación han generado titulares, la lealtad de Trump hacia Musk parece inquebrantable. Su declaración en Truth Social no solo defiende al empresario, sino que también enmarca las críticas como un ataque injusto contra un patriota que trabaja por el bien del país. “Elon no merece ser castigado por ayudar a hacer América grande otra vez”, insistió Trump, vinculando el destino de Tesla con su propia narrativa política.
Por ahora, queda por verse si la compra de Trump —y su respaldo público— logrará mitigar las tensiones alrededor de Tesla o si, por el contrario, avivará aún más el debate. Lo que está claro es que la alianza entre el presidente y Musk sigue siendo un factor clave en la intersección de política, tecnología y economía en Estados Unidos, desafiando rumores y adversidades con una postura firme y decidida.