Escándalo del fentanilo contaminado en Argentina: decenas de muertes y un intento de encubrimiento por parte del kirchnerismo

El escándalo del fentanilo contaminado en Argentina suma ya al menos 76 víctimas fatales, mientras la investigación judicial avanza lentamente en medio de denuncias de encubrimiento por parte del kirchnerismo. La polémica se profundizó luego de que la Cámara de Diputados rechazara, con el bloque kirchnerista ausente, la formación de una comisión investigadora para esclarecer la cadena de responsabilidades políticas y sanitarias detrás del caso.
La diputada Silvana Giudici, del PRO, denunció con dureza que “el tratamiento del tema del fentanilo no le importa al kirchnerismo”, tras la falta de quórum para debatir el pedido de investigación. La comisión, impulsada por Giudici y otros legisladores opositores, buscaba indagar no solo en las causas inmediatas de las muertes, sino también en los vínculos entre los laboratorios involucrados —HLB Pharma Group y Laboratorios Ramallo— y funcionarios políticos ligados al kirchnerismo.
Estas empresas, que tuvieron prohibida la producción y distribución por la ANMAT desde mayo de 2025, vendieron fentanilo contaminado con bacterias Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, responsables de graves infecciones en pacientes, principalmente en unidades de terapia intensiva.
La investigación judicial, a cargo del juez federal Ernesto Kreplak, avanza con el secuestro de historias clínicas y allanamientos en laboratorios y droguerías. Sin embargo, detractores del kirchnerismo reclaman mayor transparencia y señalan que las conexiones políticas han obstaculizado la pronta resolución del caso.
El propio Kreplak confirmó que aún quedan 30 mil ampollas contaminadas almacenadas en hospitales, que ya no se aplican, pero alertó que la cifra de muertos podría aumentar a medida que avanza la investigación.
El rechazo del kirchnerismo a la comisión especial y la negativa a dar explicaciones públicas han generado un fuerte rechazo social y político. Silvana Giudici afirmó que las “conexiones entre dirigentes kirchneristas y funcionarios del gobierno anterior posibilitaron el encubrimiento de una situación que lleva ya más de 70 muertos”. El caso no solo expone una crisis sanitaria sin precedentes, sino también la profunda desconfianza en las autoridades y el sistema de salud.