Escalada global en la represión contra Falun Dafa: Rusia condena a cuatro años de prisión a una practicante

En una nueva señal de cómo la represión del régimen chino contra la disciplina espiritual Falun Dafa se está extendiendo más allá de sus fronteras, un tribunal de Moscú condenó este 23 de julio a la voluntaria Natalia Minenkova a cuatro años de prisión, en lo que representa la sentencia más severa impuesta hasta ahora a un practicante en Rusia. El fallo ocurre en medio de una creciente ola de detenciones y procesos judiciales contra adherentes de Falun Gong en el país euroasiático.
Desde marzo de 2024, al menos ocho practicantes han sido detenidos en Rusia, reflejando lo que organizaciones internacionales describen como un alarmante patrón de exportación de la persecución religiosa promovida por el Partido Comunista Chino (PCCh).
Rusia intensifica la represión: sentencias cada vez más duras
La condena a Minenkova se suma a la de Zhu Yun, sentenciada a tres años en junio, y Oksana Shchetkina, condenada a dos años en noviembre de 2024. Todos los casos están vinculados a supuestas asociaciones con organizaciones “indeseables” según la ley rusa, aunque los vínculos probados con dichas entidades son cuestionables o inexistentes.
Ministérios como el de Justicia ruso habían inspeccionado regularmente la Asociación de Falun Dafa de Moscú —a la que Minenkova estaba afiliada— sin registrar irregularidades. La organización se dedicaba a actividades pacíficas como la meditación en parques y encuentros de bienestar personal, sin fines políticos ni perturbación del orden público.
“Ahora se está criminalizando la meditación bajo leyes que son vistas como motivadas políticamente y carentes de fundamento legal,” señaló Levi Browde, director del Centro de Información de Falun Dafa.
Preocupación internacional y respuesta de Estados Unidos
Tanto el Departamento de Estado de EE. UU. como la Comisión de Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) condenaron los juicios y pidieron la liberación inmediata de los practicantes encarcelados, instando a Rusia a respetar los derechos de libertad religiosa.
“El gobierno ruso continúa persiguiendo a minorías religiosas en violación de derechos humanos fundamentales,” declaró un portavoz del Departamento de Estado. USCIRF, por su parte, afirmó que los casos representan “otro ejemplo del ataque generalizado y sin fundamento a quienes no se alinean con la política doméstica o exterior rusa.”
Fundamento legal cuestionado
Las causas contra los practicantes se basan en una decisión de la Fiscalía General rusa de 2020, que incluyó a siete organizaciones relacionadas con Falun Gong en la lista de entidades extranjeras “indeseables”. Sin embargo, muchas de estas organizaciones ya no operan, y en los expedientes judiciales no se han presentado pruebas de contacto directo con ellas.
La propia Minenkova señaló, antes de ser condenada, que “una de las organizaciones por las que fui acusada dejó de existir en 2017”, y que no se le imputa ninguna comunicación o vínculo verificable. Además, afirmó no hablar inglés, lo que dificulta cualquier vínculo real con asociaciones extranjeras.
La represión se extiende más allá de Rusia
La persecución de Falun Dafa no se limita a Rusia. En Serbia, ocho practicantes —incluido un cineasta— fueron detenidos sin cargos poco antes de la visita de Xi Jinping en mayo de 2024. En Malasia, 76 practicantes fueron detenidos días antes de la visita del mandatario chino en abril de 2025, en la mayor acción represiva contra este grupo en la historia del país.
En Argentina, el 26 de enero de 2025, durante las celebraciones del Año Nuevo Chino en Buenos Aires, practicantes de Falun Dafa fueron atacados por un grupo de aproximadamente 40 individuos presuntamente vinculados a la embajada china. Según la Asociación de Falun Dafa en Argentina, la policía local no intervino, y varios practicantes fueron detenidos arbitrariamente, uno de ellos incomunicado por más de cinco horas. Las imágenes y testimonios apuntan a un intento coordinado de silenciar la presencia de Falun Dafa en espacios públicos.
“Estamos viendo un patrón preocupante: gobiernos de distintos países están cediendo a la presión de Beijing para reprimir grupos pacíficos como Falun Dafa, en algunos casos como moneda diplomática,” denunció Browde.
Recomendaciones políticas
Organizaciones internacionales instan a gobiernos democráticos a:
- Condenar públicamente las acciones de Rusia y exigir la liberación de los practicantes encarcelados.
- Abordar el tema de la represión transnacional en foros bilaterales y multilaterales.
- Designar nuevamente a Rusia como “país de especial preocupación” por sus violaciones a la libertad religiosa.
- En el caso de la Unión Europea, coordinar esfuerzos con aliados para contrarrestar la influencia del PCCh en la exportación de estas prácticas represivas.
¿Qué es Falun Dafa?
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una disciplina espiritual de origen chino basada en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, con ejercicios de meditación y una filosofía moral arraigada en el budismo. Se practica libremente en más de 110 países, pero ha sido severamente perseguido en China desde 1999. La campaña del PCCh ha incluido detenciones masivas, tortura, trabajos forzados y denuncias documentadas de extracción forzada de órganos.
La creciente criminalización de esta práctica pacífica en otros países representa una amenaza seria a la libertad religiosa global, y marca una nueva etapa en la expansión de la represión del régimen chino a escala internacional.