En qué consiste la Ley de las Américas que busca suprimir la influencia china en América Latina

Cuatro legisladores estadounidenses bipartidistas presentaron esta semana la Ley de las Américas  con el fin de crear una asociación comercial permanente y en constante expansión entre los países del hemisferio occidental. De esta manera se buscará contrarrestar el creciente control de China sobre la manufactura y la geopolítica globales. 

Los senadores estadounidenses Bill Cassidy, MD (R-LA) y Michael Bennet (D-CO) y los representantes estadounidenses María Salazar (R-FL-27) y Adriano Espaillat (D-NY-13) son los impulsores de la ley, que se produce luego de que Cassidy y Salazar publicaran un  borrador de discusión  el año pasado. 

Cabe destacar que el proyecto, además, cuenta con el respaldo y copatrocinio del presidente del Comité Selecto de la Cámara sobre el Partido Comunista Chino, Mike Gallagher.

«Hoy, más de 20 países latinoamericanos se han adherido a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, que es el nombre que los chinos le han dado a su estrategia para penetrar y conquistar el hemisferio”, rezaba la representante Salazar al presentar la propuesta. 

“¿Y cómo lo están haciendo?, bueno… están compitiendo con las empresas americanas por controlar los puertos clave, los ferrocarriles, los aeropuertos, las represas, los minerales críticos, y muchos más sectores que son clave. …¿Y sabes qué? Están ganando. Los chinos están ganando esta lucha”, continuó.

“Por eso estamos hoy aquí presentando la Ley de las Américas, porque EE.UU. está listo para contraatacar. Tenemos que proporcionar a las empresas estadounidenses una salida de China y hacer que sea factible, económicamente hablando, que vuelvan a casa», sentenció la representante cubana-estadounidense. 

Llevado a la práctica, según explicó el representante Espaillat, la ley será “una herramienta de creación de empleo multimillonaria para Estados Unidos y sus aliados en América Latina y el Caribe. Con sus préstamos de relocalización y cercanía, beneficios fiscales y otras ayudas en forma de subvenciones dirigidas para los trabajadores en casa y en nuestros países socios del hemisferio occidental, la Ley de las Américas traerá empleos e inversión de vuelta a nuestro hemisferio y frenará las causas fundamentales de la migración al poner más dinero en los bolsillos de las familias trabajadoras”.

La iniciativa otorgará 60.000 millones de dólares en préstamos y 10.000 millones de dólares en incentivos fiscales para ayudar a que las empresas estadounidenses retornen al país.

El representante demócrata además agregó que la ley “se paga completa cancelando las lagunas arancelarias, que China ha utilizado durante 30 años para enriquecerse“, que actualmente permiten la entrada libre de impuestos de productos chinos valorizados en menos de 800 dólares. Es decir, no les costará dinero a los contribuyentes estadounidenses. 

Con la propuesta se pretende promover la estabilidad política y el estado de derecho en la región, así como defender los valores democráticos compartidos por Estados Unidos y sus aliados en el hemisferio.

Los mecanismos del proyecto se basan en expandir el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA) y el estándar de oro para los acuerdos comerciales, y fomentar la nueva corporación de inversiones para promover el desarrollo económico en todo el hemisferio.

“Debemos nivelar el campo de juego entre las democracias amantes de la libertad y aquellos que explotan las reglas como China. Lo hacemos volviendo a centrarnos en el hemisferio occidental para mejorar el comercio, traer la manufactura de vuelta a nuestras costas y poner fin a la creciente influencia de China”, dijo el senador republicano Cassidy. 

Por su parte, el senador del partido demócrata, Bennet agregó que “ninguna región tiene lazos más fuertes con Estados Unidos que el hemisferio occidental. Sin embargo, en los últimos años hemos fallado en ofrecer a la región una alternativa económica convincente a la creciente influencia de China. Este proyecto de ley cambia eso. Crea una oportunidad para que Estados Unidos renueve nuestras asociaciones en América Latina y el Caribe, fortalezca el estado de derecho, profundice la prosperidad económica y abrace nuestros valores en una lucha compartida por la democracia”.

El presidente Gallagher además dio su mensaje desde la estrategia geopolítica con China: “Debemos alentar a las industrias clave a comenzar a diversificar sus cadenas de suministro. Porque si nos encontramos en una confrontación con China por Taiwán, los consumidores estadounidenses sufrirán mucho dolor; esta es aún más razón para ser inteligentes al respecto desde el principio”, aseguró.

La versión final de la Ley de las Américas, según Salazar, sería el proyecto de comercio e inversión más importante de la historia moderna y redefinirá el liderazgo de Estados Unidos en el hemisferio occidental.