En multitudinaria manifestación en Sao Paulo, Bolsonaro afirma que es perseguido «como Trump y Le Pen»

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro habló este domingo en una manifestación masiva que convocó en São Paulo, donde afirmó que enfrenta una persecución similar a la que, según él, han experimentado figuras políticas como Donald Trump, en Estados Unidos, y Marine Le Pen, en Francia. Bolsonaro, quien está siendo procesado penalmente por acusaciones relacionadas con un supuesto intento de golpe de Estado, convocó el evento para pedir una amnistía para los condenados por los disturbios del 8 de enero de 2023, cuando miles de sus seguidores invadieron las sedes de los tres poderes en Brasilia.
La protesta marcó la primera gran demostración pública de apoyo al exmandatario tras el inicio de su juicio en la Corte Suprema, donde se le acusa de haber participado en un plan para desafiar los resultados electorales que llevaron a Luiz Inácio Lula da Silva al poder. En su discurso, Bolsonaro defendió su inocencia y afirmó que es blanco de lo que llamó “activismo judicial”, un fenómeno que, según él, se repite en otros países para afectar a líderes de derecha.
“Como pasó con Le Pen en Francia, como intentaron con Trump en Estados Unidos, como ocurrió con el presidente de Rumania o como hizo Maduro en Venezuela con sus opositores”, dijo Bolsonaro, refiriéndose a casos que considera ejemplos de inhabilitaciones políticas injustas. El exmandatario, quien tiene prohibido participar en elecciones por ocho años, también afirmó que realizar las elecciones de 2026 sin su candidatura sería “negar la democracia” en Brasil.
Bolsonaro llegó al evento acompañado de su esposa Michelle, varios de sus hijos y aliados políticos y religiosos, incluyendo gobernadores de siete estados brasileños. Miles de personas se reunieron en la Avenida Paulista desde el mediodía, vistiendo camisetas verdes y amarillas, colores asociados al patriotismo entre sus seguidores, para expresar su respaldo.
En su intervención, el exmandatario insistió en la necesidad de aprobar una amnistía para quienes fueron condenados por los eventos de 2023. Durante la manifestación, se vieron banderas de Estados Unidos e Israel, así como pancartas con mensajes como “¡Amnistía ya!” y críticas a las decisiones de la Corte Suprema.
Un símbolo destacado en el evento fue el pintalabios, en referencia al caso de Débora Rodrigues, una peluquera que podría enfrentar hasta 14 años de prisión por escribir “perdió amigo” con un pintalabios en una estatua durante los disturbios de 2023. Los asistentes usaron réplicas inflables y carteles del objeto para cuestionar las condenas, algunos con mensajes irónicos sobre el “peligro” de ese “arma”.
Según estimaciones de la Universidad de São Paulo, en colaboración con el Cebrap y More in Common, unas 45 mil personas asistieron al evento, basándose en imágenes aéreas captadas por drones. Esta cifra supera el doble de la participación en una protesta similar en Río de Janeiro en marzo y es comparable a la manifestación de Bolsonaro en São Paulo en septiembre del año pasado.
El objetivo principal de la protesta fue presionar al Congreso para que debata con urgencia un proyecto de ley de amnistía que beneficiaría a los cerca de 500 condenados por los actos de 2023, así como al propio Bolsonaro. El expresidente enfrenta un juicio en el Supremo Tribunal de Justicia junto a siete aliados, entre exministros y militares, acusados de participar en una supuesta conspiración entre 2021 y 2022 y de incitar los ataques de enero de 2023. Los cargos incluyen delitos como intento de golpe de Estado y abolición violenta del Estado democrático, con penas que podrían llegar a 40 años de prisión.
Una encuesta de Quaest publicada el mismo domingo reveló que el 56 % de los brasileños se opone a la amnistía para los condenados, mientras que el 34 % está a favor de su liberación.