En Cuba y Rusia el eje comunista es nacionalista, Occidente es socialista
Putin ha intensificado su programa de asesinatos selectivos de opositores a medida que ponen en peligro su camino hacia la restauración del imperio bajo la égida de la voluntad estalinista, en toda Rusia películas, series, documentales, y espacios culturales, personifican la vida de iósif Stalin, las bibliotecas sobreabundan de esta literatura sobre su liderazgo y sobre todo, la temática que habla de la guerra patria, como se conoce en Rusia a la segunda guerra mundial.
Putin asesinó esta semana a Alexei Navalny, que cumplía prisión política en Siberia, lo había intentado en 2020, cuando lo envenenó con un potente somnífero llamado Novichok, que lo puso tres semanas en coma profundo en un hospital de Alemania, Navalny desafió al inquilino del Kremlin y esto selló su suerte cuando volvió a su patria, y esta misma semana el pequeño zar ruso hizo otro tanto en España, cuando el servicio secreto (FSB) ruso mató al piloto desertor, Maxim Kuzminov.
Kuzminov era un joven piloto de helicóptero M-8, que se opuso a la guerra contra Ucrania desde su comienzo, luego de una compleja trama policial entre Kuzminov y la inteligencia ucraniana, logró llegar sano a la frontera y se entregó a las autoridades de Kiev, con un trato por 500 mil dólares, incluyendo a su familia, quienes pudieron refugiarse en España, donde murió baleado el 19 de febrero del 2024, en Villajoyosa, Alicante, en un parqueo de autos, donde varios hombres de incógnitos le dispararon.
El neoestalinismo de Vladimir Putin se ha expandido hasta sus proxys caribeños, Cuba, Nicaragua y Venezuela, que juegan a una mezcla de nacionalismo y comunismo sin intelectuales, sin clase media, sin el pueblo, sólo son gorilas en el poder que están dispuesto a todo, Nicolás Maduro anuló a Maria Corina Machado, una opositora que en buena lid ganaba las elecciones presidenciales a celebrarse en 2025, y desapareció a Rocio San Miguel, de Control Ciudadano, una ONG de garantía y restitución de derechos vulnerados.
Otro tanto ha hecho Raúl Castro en Cuba, que ha provocado un éxodo de 720 mil cubanos desde el 2022 a la fecha hacia Estados Unidos por ingeniería social, esta política en la Mayor de las Antillas se le dice, sacar presión a la olla, también ha metido preso a más de 1037 jóvenes políticos, y desaparecidos a quienes se oponen, Raúl Castro mantiene una política represiva para acallar las voces disidentes y los estallidos sociales que aumentan por día, ante el embate de los totalitarismo caribeños y la entrada de Moscú al Caribe, el secretario de Estado para América Latina, de la administración demócrata, Juan Gonzáles pidió la renuncia tras su fracaso.
No se puede obviar la política represiva de Daniel Ortega contra la iglesia y la oposición, incluso contra sus propios, como a su hermano Humbertto Ortega, al escritor Sergio Ramirez, o la intelectual Gioconda Belli, todos ex.guerrilleros comunistas que ahora están probando de su propia comida.
La expresión Cubatroiska se ha ensalzado en la Isla por los intelectuales censurados que estudian la descomposición del totalitarismo como principio para referencial el aparente proceso de falsas reformas que asumió el régimen de la mano de Moscú, y que precisamente ahora vino a desmontar Sergei Lavrov, canciller del Kremlin, quien ha traído órdenes expresas para convertir a Cuba en una base militar rusa y bielorrusa.
Este 19 de febrero llegó Lavrov a la Isla y trajo órdenes precisas de Putin, al parecer, el plan urdido por Moscú y Minsk de emplazar lanzaderas Polonez, de 300 kilómetros de alcance, que suministrará Biellorrusia, ya es una política de hechos consumados, en enero pasado, el jefe del ejército bielorruso, Viktor Jrenin, visitó La Habana y fue condecorado con la medalla por la victoria de Girón, una órden sin mérito y malsana.
La situación en el frente europeo empeoró tras la debacle ucraniana en Viktisa, y se extiende el conflicto al Caribe, la infiltración comunista en Estados Unidos ha puesto en las cuerdas al aparato de seguridad nacional con el éxodo de inmigrantes que fuerzan las fronteras en México, o entran mediante programas repudiados por los republicanos.
Europa incluso quiere consagrar un secretario de defensa y crear ese ministerio como preparación ante la era Trump que se viene encima, con un ex-presidente que irá por la segunda vuelta presidencial frente a Biden, así, disfrazado ahora de nacionalismo, o de socialismo, el comunismo a decir de su progenitor, el malhadado Karl Marx, es un fantasma que recorre Europa y por extensión, Ásia y el Caribe.