En Argentina la clase empresarial y política, es pro-Estado, pro-China y globalista

Hay un sesgo muy comentado en el país austral sobre el Estado clientelar argentino a todas luces e inmensamente probado. No es un país para hablar de Mundo Libre o patria entre la masa de empresarios, emprendimientos, y políticos etc, y no es que sean pragmáticos, son cobardes, esa es la acepción, hay que ver como amasaron fortunas conviviendo con Casa Rosada, ya sea en tiempos de Jorge Rafael Videla o el kirchnerismo, no importan las habas que cuecen, de hecho, el trabajo en negro es masivo, casi todo se hace bajo los principios de los nuevos modelos de trata de personas y tipos modernos de trabajo esclavo, y son estos empresarios quienes critican la gira de la canciller Mondino por China.

La Política Online, un diario abiertamente globalista, consideró que los empresarios argentinos consideran un fracaso la gira de la canciller por China, entre otras cosas, argumentan que estuvo más tiempo en Shanghái que en Pekín, reconociendo con ello este empresariado austral que el centralismo democrático chino responde a un modelo totalitario, aún así, exigieron de Mondino más tiempo en Pekín con los jerarcas del partido comunista, y argumentaron que tres frases de la canciller fueron desafortunadas para los negocios, y para la sensibilidad del alma comunista, si la hay.

El medio reseñó algunas frases de Diana Mondino como nefastas, y citó a la canciller: «El otro día el presidente (Xi Jinping) emitió, no sé cómo se dirá en China. Un decreto, una orden presidencial”, dijo Mondino frente a la jefatura comunista, y fue tomada por irónica en este contexto. Ello produjo preocupación en el mundo empresarial al otro lado del mundo. En Argentina los políticos y empresarios aceptaron comisarias políticas ilegales de Pekín en Buenos Aires, y miraron a un lado cuando el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cerró las puertas del Teatro Colón a la gran compañía de danza tradicional china, Shen Yun, por órdenes de los políticos de turno.

Otro de los dimes y diretes de esta clase feudal globalista, fue cuando Diana Mondino explicó los objetivos de la reducción del déficit fiscal sin adentrarse en los detalles, cosas que conocen bien los chinos por el aparato de espías que tienen en el país austral, porque a los chinos no hay que explicarle pormenores, simplemente por el nivel de información que logran a través del espionaje masivo, aún así, los empresarios saltaron en sus poltronas de terciopelo.

Incluso cuando la canciller pronunció su tercer vade retro en la fuente del comunismo internacional, cito aquí su metáfora sobre la “centralidad del divorcio (nuevo contrato social) para la generación de inversiones”, según las palabras de Diana Mondino que fueron desproporcionadamente malentendidas por sus coetáneos australes.

Todo este revuelo alrededor de la gira del gobierno de Javier Milei a China, un país que debe muchísimo al país austral en cuanto a flujo y penetración de capitales por la hidrovía, bases de espionajes y monitoreo de misiles occidentales en Neuquén, o puertos logísticos que le permiten entrar a la Antártida, nos permite calibrar quiénes son los enemigos de la libertad, quiénes transigen con los derechos de los ciudadanos, y quiénes traicionan en la primera hora.

China pisa el acelerador y chantajea a la Argentina con posibles sanciones. Pekín derribó el swap, y amenaza con suspender el contrato de la carne.

Hace poco tiempo, el presidente de la Cámara de Diputados, Martin Menem, bajó línea referente a las relaciones oficiales del Estado argentino con Taiwán. El documento en cuestión que apareció en el buzón de la diputada por Hacemos Consenso Federal, Mónica Frade, titulado ”Lineamientos para el relacionamiento con Taiwán”, afirma que «Argentina reconoce al gobierno de la República Popular China, como el único gobierno legal de China, por ende, para referirse a la isla democrática, se insta a los legisladores llamarla territorio chino de Taiwán, China Taipei, o Taipei chino”. El documento, que apareció en los buzones de varios legisladores nacionales, además, exigió de ellos, que no podían reunirse de forma oficial o fotografiarse con funcionarios taiwaneses.

La diputada nacional Mónica Frade respondió de manera contundente: «Mi posición es relacionarme con la oficina comercial de Taiwán, valorando que la isla de 23 millones de habitantes tiene un gobierno elegido democráticamente, que renueva periódicamente sus autoridades, Taiwán se caracteriza por sus niveles cualitativos de democracia, mucho más, a veces, que la Argentina”.

Habría que preguntarse las relaciones de Martin Menem con el empresariado local, su dependencia con las empresas cercanas al estado clientelar, expresión y modus operandi de décadas de populismo, hacer negocios con China comunista es inmoral, deberían propiciar negocios con Taiwán, sabido es que el primer socio comercial de esa isla asediada es Pekín, pero ello se debe a los riesgo de un conflicto si la isla rompe todos los lazos con el continente, solo eso impulsa tal mercado.

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José Raúl Rodriguez Rangel

Doctor en medicina, narrador y poeta cubano. Periodista independiente para Cubanet desde el 2000. Formó parte del Colegio Médico Independiente de Cuba. En 2018 fue desterrado y se encuentra como refugiado político en Argentina, donde trabaja como médico y mantiene una intensa actividad como Vice Coordinador del Consejo Internacional del Foro Antitotalitario Unido (FANTU) para América Latina.

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