Empresas e inversionistas esperan el ‘día después’ de las elecciones de Argentina

En la recta final, con apenas tres días hábiles antes de las elecciones, los encargados de tomar decisiones han optado por esperar el resultado del domingo. El tiempo es escaso para cometer errores en medio de un contexto lleno de incertidumbre y con escasas respuestas claras.

La principal inquietud que mantiene en incertidumbre tanto a empresarios como a inversores es si habrá o no segunda vuelta. Esto implicaría para el Gobierno mantener una situación crítica por otro mes. En caso de que Sergio Massa sea uno de los contendientes, se espera que se mantenga una fuerte intervención del Banco Central para evitar el aumento de los dólares financieros, a la par de mantener el dólar oficial en $350.

Aunque el Ministerio de Economía reconoce que la intención es evitar cualquier tipo de ajuste en el dólar oficial hasta «mediados de noviembre», es evidente que la intención es no introducir cambios hasta que concluya el proceso electoral.

El BCRA continúa con una marcada disminución de reservas para evitar un aumento en la brecha cambiaria. Ayer cerró con una venta de USD 114 millones en el mercado oficial, que tuvo escasas liquidaciones de exportadores. Además, está vendiendo a un ritmo cercano a los USD 100 millones por día para contener el aumento de los dólares financieros. La brecha supera el 150% y podría ampliarse en los próximos días si no fuera por la intervención oficial. La caída de reservas es tan significativa que el Gobierno podría enfrentar dificultades para cumplir con los próximos vencimientos con el FMI a fin de mes. Por lo tanto, persisten las medidas restrictivas destinadas a obstaculizar a las empresas que buscan protegerse y desprenderse rápidamente de los pesos.

La única opción para resguardarse en medio de esta incertidumbre es dolarizarse o invertir en activos cuyo desempeño se asemeje lo más posible a la evolución del tipo de cambio. Por esta razón, se observó un fuerte aumento en las acciones de empresas exportadoras como Termium (9%) y Aluar (6%). En caso de una devaluación del tipo de cambio oficial, serían las que mejor se desenvolverían. También siguieron experimentando fuertes alzas Pampa Energía e YPF, impulsadas por la posibilidad de aumentos adicionales en los precios del petróleo debido al conflicto en Medio Oriente.

La demanda de alternativas dolarizadoras es tal que los bonos ajustados por el tipo de cambio oficial (dollar linked) presentan tasas fuertemente negativas. Por ejemplo, el título que vence en abril de 2024 rinde una tasa de -44%, lo que significa que los tenedores recibirían mucho menos que la devaluación. Por este motivo, muchos fondos de inversión han decidido cerrar temporalmente la suscripción a este tipo específico de activos.

Además del impacto financiero de la incertidumbre, la actividad comercial está prácticamente paralizada. Los faltantes de productos son cada vez más evidentes y las empresas prefieren mantener el stock en lugar de vender y quedarse con los pesos hasta después de las elecciones.

Mientras tanto, el Gobierno se esfuerza por mantener los acuerdos de precios. Los combustibles siguen congelados a pesar del aumento en el precio internacional. El programa Precios Justos continúa, aunque cada vez más empresas no lo cumplen y tampoco les interesa, ya que de todas formas no pueden acceder al mercado oficial para importar.

Aunque no hay nada oficial por el momento, las grandes empresas de Argentina, incluyendo las del sector alimenticio, se preparan para realizar fuertes ajustes de precios después de las elecciones. Sin duda, todo dependerá de cómo termine la situación para Massa y de qué manera se prepare la transición hasta el 10 de diciembre.