Elon Musk confiesa recibir amenazas de muerte por su cruzada contra el Deep State y la burocracia
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Elon Musk, el magnate tecnológico y figura clave en la administración de Donald Trump, hizo una revelación impactante durante la primera reunión de gabinete del presidente, celebrada el miércoles 26 de febrero de 2025 en la Casa Blanca.
En medio de un discurso apasionado sobre la necesidad de reducir el déficit fiscal de Estados Unidos, Musk confesó que ha estado recibiendo “numerosas amenazas de muerte” debido a su trabajo para desmantelar lo que él y Trump denominan el “Deep State” y la burocracia enquistada en Washington. Sus declaraciones, pronunciadas ante los miembros del gabinete y transmitidas en vivo, subrayan los riesgos personales que dice asumir en su misión de reformar el gobierno federal.
Un llamado urgente a la acción
Musk, quien lidera el Departamento de Optimización Gubernamental y Eficiencia (DOGE) —una iniciativa creada por Trump para recortar gastos y eliminar ineficiencias—, centró su intervención en la insostenibilidad de la situación fiscal del país. “No podemos mantener como país déficits de dos billones de dólares. Los intereses de la deuda nacional ahora superan el gasto del Departamento de Defensa. Gastamos mucho en Defensa, pero estamos destinando más de un billón de dólares solo en intereses”, afirmó. Advirtió que, de no actuar, Estados Unidos enfrentará una bancarrota “de facto”, un escenario que calificó como “no opcional, sino esencial” de evitar.
Con un tono mezcla de determinación y humor —golpeándose la cabeza al decir “toco madera”—, Musk expresó confianza en encontrar un billón de dólares en ahorros, equivalente a un 15% del presupuesto federal de siete billones. “Esto solo puede hacerse con el apoyo de todos en esta sala”, añadió, agradeciendo al gabinete y al presidente Trump por respaldar su esfuerzo. Su plan, explicó, incluye una reducción del 15% en “fraude y desperdicio”, un objetivo ambicioso que requiere la colaboración de las agencias y departamentos federales.
Amenazas de muerte y el “Deep State”
El momento más sorprendente llegó cuando Musk reveló las consecuencias personales de su rol: “Por eso estoy aquí, recibiendo muchas críticas y, por cierto, muchas amenazas de muerte”. Aunque no ofreció detalles específicos sobre las amenazas —bromeando con que le gustaría “apilarlas”—, vinculó estos ataques a su trabajo para desmantelar lo que Trump y sus aliados han llamado el “Deep State”, un término que usan para referirse a una supuesta red de burócratas y elites que resisten las reformas desde dentro del gobierno. “Si no hacemos esto, América quebrará. Por eso hay que hacerlo”, insistió, dejando claro que considera su misión una cuestión de supervivencia nacional.
Este no es el primer roce de Musk con la controversia. Desde que asumió un rol activo en la campaña de Trump en 2024 y posteriormente en su administración, ha sido blanco de críticas por parte de sectores progresistas y medios tradicionales, quienes lo acusan de usar su influencia para favorecer intereses privados. Sin embargo, las amenazas de muerte representan una escalada significativa, reflejando la polarización que rodea tanto su figura como las políticas de Trump.
Contexto de su rol en la administración Trump
Musk asistió a la reunión como invitado especial, un reconocimiento a su creciente peso en el gobierno tras el lanzamiento de DOGE. Esta iniciativa, que él mismo describió como una “función de apoyo” para el presidente y las agencias, busca identificar y eliminar gastos innecesarios, un eco de las promesas de campaña de Trump de “drenar el pantano” y reducir el tamaño del estado. Durante la reunión, Trump elogió a Musk y su equipo, destacando cómo han comenzado a enviar cartas a empleados federales para verificar su existencia y productividad, un primer paso en su cruzada contra el despilfarro.
El contexto económico respalda las preocupaciones de Musk. En 2024, la deuda nacional de Estados Unidos superó los 34 billones de dólares, con pagos de intereses que, según datos del Tesoro, alcanzaron los 1.05 billones de dólares, efectivamente superando el presupuesto del Pentágono, que ronda los 850 mil millones anuales. Esta realidad ha dado urgencia a las propuestas de austeridad de Trump y Musk, aunque sus métodos y retórica han generado tanto apoyo entre sus bases como rechazo entre quienes ven en DOGE un ataque a servicios públicos esenciales.
Reacciones y simbolismo
Las declaraciones de Musk no pasaron desapercibidas. En redes sociales como X, donde es propietario, sus seguidores lo aclamaron como un “héroe” dispuesto a arriesgarlo todo por el país, mientras que críticos lo acusaron de dramatizar para ganar simpatía.
En la reunión, el apoyo del gabinete fue evidente, con Trump y el vicepresidente J.D. Vance reforzando el mensaje de Musk sobre la necesidad de una reforma radical. Para Musk, este respaldo es crucial, pero su confesión pone de relieve el costo personal de su alianza con Trump y su apuesta por transformar Washington. Mientras DOGE avanza en su misión, el mundo observa si Musk logrará su prometido billón en ahorros o si las amenazas que enfrenta marcarán un límite a su ambiciosa cruzada.