El enemigo adentro: élites chinas financian agenda de menores transgénero y cirugías de reasignación de sexo en EE. UU.
Mientras el régimen comunista chino reprime duramente los derechos LGTB en su territorio, dos multimillonarios vinculados a ese país están financiando generosamente diversas causas progresistas en Estados Unidos, incluyendo iniciativas relacionadas con menores transgénero y cirugías de reasignación de sexo.
La paradójica revelación proviene de la investigación del consultor político Peter Schweizer, plasmada en su libro «Blood Money: Why the Powerful Turn a Blind Eye While China Kills Americans» («Dinero sangriento: Por qué los poderosos hacen la vista gorda mientras China mata estadounidenses»).
Uno de los multimillonarios señalados es el estadounidense Neville Roy Singham, radicado en China, quien según Schweizer ha invertido más de 100 millones de dólares en organizaciones que impulsan movimientos de protesta en Estados Unidos.
El mayor beneficiario de los fondos de Singham es el proyecto neoyorquino «The People’s Forum», cuyos codirectores Claudia De La Cruz y Manolo De Los Santos son miembros del Partido del Socialismo y la Liberación (PSL), un grupo marxista-leninista que opera en suelo estadounidense.
A través de esta vía, Singham estaría financiando una agenda radical enfocada en criticar al «imperialismo», al «neoliberalismo» y al supuesto «ataque de la extrema derecha contra personas trans» según se lee en el sitio web del PSL.
El otro magnate chino identificado es Joseph Tsai, cofundador del gigante de comercio electrónico Alibaba, cuya fortuna supera los 13.000 millones de dólares.
En 2021, Tsai y su esposa crearon la iniciativa Wu Tsai Human Performance Alliance, cuyos fondos respaldan el Programa de Atletas Femeninas Wu Tsai en el Hospital Infantil de Boston.
De manera alarmante, este programa considera dentro de su definición de «mujer» a las personas transgénero y ofrece «cirugías de reconstrucción torácica» para menores a partir de los 15 años que deseen una «apariencia más masculina».
Expertos consultados señalan que esta financiación por parte de élites económicas chinas apunta a generar divisiones en la sociedad estadounidense mediante el apoyo a causas progresistas de alto impacto como los derechos transgénero y las intervenciones quirúrgicas en menores.
«El comunismo se disfraza de progresismo para apoderarse del discurso de las minorías en territorio enemigo, mientras reprime esos mismos derechos en su país», advierte un analista citado.