El significado de la etiqueta en China y su evolución (II)

Continuación del artículo: El significado de la etiqueta en China y su evolución (I)

Los dramas centrados en las intrigas y luchas de poder en los palacios imperiales de la dinastía Qing estuvieron alguna vez entre las series de televisión más populares de China. Ejemplos notables como La leyenda de Zhen Huan e Historia del Palacio Yanxi alcanzaron tal popularidad que se transmitieron en el sudeste asiático, Taiwán y Japón. Estas historias reforzaron el estereotipo de que la vida en palacio estaba dominada por intrigas constantes y frecuentes luchas violentas de poder.

Las luchas de poder fueron una realidad constante en los palacios imperiales porque el bien y el mal, la lealtad y la traición siempre coexistieron. A veces, el mal prevalecía y la oscuridad gobernaba el país. Aun así, los antiguos chinos mantenían la firme creencia de que el Cielo observa y gobierna todo, y que cualquier desviación del camino Celestial no perduraría. Por ejemplo, el emperador Jie de la dinastía Xia se obsesionó con su concubina Mo Xi, lo que llevó al colapso de la dinastía. De manera similar, el emperador Zhou de la dinastía Shang fue embrujado por su consorte (acompañante) Daji, lo que finalmente condujo a su derrocamiento y a su auto-inmolación en su palacio de Lutai.

El pueblo veneraba al Cielo y seguía un sistema de etiqueta en los palacios. La emperatriz debía encarnar las cualidades ideales de una mujer tradicional: dulzura, bondad y virtud. Desempeñaba un papel esencial en los ritos importantes y presidía los Ritos Imperiales de la Sericultura, que incluían el rito del cuidado del gusano de seda y el rito de la recolección de hojas de morera.

Los Ritos de la Sericultura tenían como fin resaltar la importancia del papel de la mujer en una sociedad agrícola, donde los hombres cultivaban y las mujeres tejían.

Una emperatriz debía ser ejemplo de virtud y bondad, sirviendo de modelo para otras consortes y concubinas, y como “la madre de la etiqueta para el país”. Entre las famosas emperatrices virtuosas en la historia china se encuentran: la emperatriz Xiaozhuang, esposa del emperador Taizong de la dinastía Qing; la emperatriz Xiao Chuo, esposa del emperador Jingzong de la dinastía Liao; la emperatriz Dou Yifang, esposa del emperador Wen de la dinastía Han; la emperatriz Liu, esposa del emperador Zhenzong de la dinastía Song; la emperatriz Yin Lihua, esposa del emperador Guangwu de la dinastía Han; la emperatriz Zhangsun, esposa del emperador Taizong de la dinastía Tang; y la emperatriz Ma Xiuying, esposa del emperador Taizu de la dinastía Ming.

Durante la dinastía Qing, la piedad filial se consideraba la virtud más importante. Se esperaba que la emperatriz sirviera a la emperatriz viuda y le hiciera compañía mientras el emperador atendía sus deberes de Estado. En un día típico, la emperatriz encabezaba a las demás consortes y concubinas para saludar a la emperatriz viuda dos veces al día, al amanecer y al anochecer. Cuando la emperatriz viuda Chongqing, madre del emperador Qianlong, visitaba el Antiguo Palacio de Verano (ahora Yuanming Yuan en Beijing), residía en el Palacio Changchun de la emperatriz Xiaoxian, donde esta última daba ejemplo de piedad filial, atendiendo personalmente y sirviendo a la emperatriz viuda.

Ninguna de estas normas de etiqueta aparecía en los palacios imperiales retratados en las series de televisión chinas. En cambio, estas historias mostraban los palacios como lugares llenos de odio, donde las consortes y concubinas conspiraban entre sí para convertirse en emperatriz, todas luchando por ser la vencedora final.

En estas series, había escenas en las que concubinas de alto rango ejecutaban a concubinas de bajo rango. Sin embargo, esta representación es puramente ficticia, ya que solo el emperador tenía la autoridad para castigar a concubinas o incluso a doncellas.

La Historia oficial de la dinastía Qing relata un incidente que involucró al emperador Qianlong y su castigo a una concubina por matar a una doncella. Ya en sus sesenta años, tuvo una hija con una joven concubina llamada Dun, a quien adoraba profundamente. Concedió a su hija menor el título de Princesa Hexiao de Primera Categoría. Favorecida por el emperador, Dun se volvió arrogante. Un día, golpeó a una doncella por un asunto trivial, lo que provocó la muerte de esta. Enfurecido por la noticia, el emperador redactó un extenso edicto con instrucciones sobre cómo manejar el asunto. Declaró: “Nunca ha habido un caso en el que una concubina golpeara y matara a una doncella. El caso de Dun debe implicar un castigo severo para que sea justo, tanto legal como emocionalmente”.

El emperador escribió que, cuando doncellas o eunucos lo enfurecían, ordenaba que fueran golpeados 20 veces con una vara, o como máximo 40 en los casos más graves. Consideró que el crimen de Dun era tan grave que merecía abolir su título. Sin embargo, solo le bajó de rango porque la princesa aún era joven. Despidió a los eunucos involucrados y los multó con uno o dos años de salario. También compensó a la familia de la doncella con 100 taeles de plata. De esta historia se desprende que, durante toda la dinastía Qing, hasta el reinado del emperador Qianlong, nadie en el palacio imperial había matado a una doncella. La vida se valoraba enormemente.

La leyenda de Zhen Huan presenta tramas inverosímiles sobre concubinas que tienen aventuras con médicos imperiales. En realidad, no había posibilidad de que esto ocurriera. Durante la dinastía Qing, existían estrictos protocolos cuando un médico imperial debía atender a una paciente en el “Palacio Interior”, donde residían las emperatrices y concubinas. Un médico imperial siempre estaba acompañado al menos por otros dos médicos imperiales y escoltado por un eunuco de la farmacia imperial, lo que aseguraba que nunca hubiera momentos privados. Además, a los médicos se les prohibía tocar físicamente a las pacientes, incluso al diagnosticar el pulso. Se cuenta que algunos médicos imperiales tomaban el pulso sintiendo una cuerda atada alrededor de la muñeca de la paciente. La mayoría de las veces, el médico ponía un pañuelo sobre la muñeca antes de tomar el pulso. Los otros dos médicos también lo tomaban para evitar errores o conductas indebidas.

Algunos espectadores que tenían cierto conocimiento de la cultura tradicional china dijeron, después de ver estas series: “Estos dramas imperiales en televisión distorsionaron tanto la historia china que distorsionaron también las mentes de los espectadores y los enloquecieron”.

En los libros de texto oficiales chinos, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha reemplazado virtudes como “dulzura, bondad, respeto, frugalidad y modestia” —cualidades valoradas tradicionalmente en la historia china— con rasgos negativos como “mezquindad, violencia, arrogancia, derroche y peleas”. Como resultado, muchas personas criadas en este entorno llegan a creer que sus antepasados encarnaban esas características. Además, los libros de texto rara vez presentan la cultura antigua china de manera completa y sistemática. En su lugar, promueven la historia moderna del marxismo, el leninismo y la cultura moderna. Estas tendencias han distanciado al pueblo chino de su cultura ortodoxa y de sus tradiciones morales.

A lo largo de los 5,000 años de civilización de China, la etiqueta y la música han sido priorizadas para cultivar la mente y la virtud, permitiendo a la persona regresar a su verdadero ser y elevarse a un reino superior. No pierdas la oportunidad cuando esta hermosa tradición vuelva a ser enseñada en China.

Fuente: Minghui.org

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Agencias
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