El recurso «final» de Julian Assange contra la extradición a EE.UU. se celebrará en febrero

El posible último desafío legal del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, para detener su extradición de Gran Bretaña a Estados Unidos, donde se le busca por cargos penales, se celebrará en el Tribunal Superior de Londres en febrero, dijeron sus partidarios el martes.

Assange, de 52 años, está reclamado por las autoridades estadounidenses por 18 cargos, uno de ellos en virtud de la ley de espionaje, relacionados con la publicación por parte de WikiLeaks de grandes cantidades de archivos militares y cables diplomáticos confidenciales de Estados Unidos que, según Washington, han puesto vidas en peligro.

Gran Bretaña ha dado luz verde a su extradición, pero él ha intentado anular esa decisión. Según los activistas, los días 20 y 21 de febrero se celebrará una vista pública en el Tribunal Superior, en la que dos jueces revisarán una sentencia anterior que había denegado a Assange el permiso para apelar.

«La audiencia de dos días puede ser la última oportunidad para Julian Assange de evitar su extradición a Estados Unidos», dijo WikiLeaks en un comunicado.

WikiLeaks saltó a la fama en 2010 cuando publicó cientos de miles de archivos secretos clasificados y cables diplomáticos en lo que fue la mayor brecha de seguridad de este tipo en la historia militar de Estados Unidos, que según la fiscalía estadounidense puso en peligro la vida de agentes nombrados en el material filtrado.

Los partidarios de Assange afirman que es un héroe antisistema que ha sido víctima por haber sacado a la luz las irregularidades cometidas por Estados Unidos, y que su procesamiento es un ataque al periodismo y a la libertad de expresión.

Pasó siete años refugiado en la embajada de Ecuador en Londres antes de ser sacado a rastras y encarcelado en 2019 por incumplir las condiciones de la fianza. Desde entonces permanece en prisión mientras se decide su caso de extradición.

Sus abogados también han solicitado al Tribunal Europeo de Derechos Humanos que potencialmente podría ordenar que se bloquee la extradición.

«Los últimos cuatro años y medio se han cobrado un precio considerable para Julian y su familia, incluidos nuestros dos hijos pequeños», ha declarado su esposa Stella, con la que se casó en la cárcel.

«La persecución de este periodista y editor inocente debe terminar».

De: Reuters