El proyecto de ley de recortes fiscales de Trump avanza en el Congreso, marcando un paso legislativo clave

El domingo 18 de mayo, un importante proyecto de ley sobre impuestos y gasto respaldado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, superó un obstáculo significativo al obtener la aprobación del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes. La legislación, que extiende los recortes fiscales de 2017 impulsados por Trump e incluye nuevas medidas de alivio tributario, avanzó tras intensas negociaciones entre líderes republicanos y conservadores de línea dura. Esto representa un logro notable para Trump y el presidente de la Cámara, Mike Johnson, mientras navegan por un partido dividido para impulsar la agenda económica del presidente.
Un compromiso difícil
El avance del proyecto se logró tras días de retrasos causados por desacuerdos internos entre los republicanos. Cuatro miembros conservadores del Comité de Presupuesto de la Cámara, que habían bloqueado la legislación el viernes exigiendo recortes de gasto más profundos, acordaron permitir su progreso durante una inusual sesión el domingo por la noche. Conversaciones a puerta cerrada con funcionarios de la Casa Blanca y el liderazgo republicano, incluido Johnson, abordaron algunas de sus preocupaciones, aunque conservadores como el representante Chip Roy enfatizaron que aún queda trabajo por hacer. “Hemos avanzado este fin de semana, pero no llegamos lo suficientemente lejos”, dijo Roy a los periodistas.
La legislación pasa ahora al Comité de Reglas de la Cámara, que revisará posibles enmiendas antes de una posible votación en el pleno de la Cámara a finales de esta semana. Johnson está presionando para lograr la aprobación total de la Cámara antes del feriado del Día de los Caídos el 26 de mayo, aprovechando la estrecha mayoría republicana de 220-213 en la Cámara.
¿Qué incluye el proyecto?
El proyecto amplía los recortes fiscales de 2017, un pilar del legado del primer mandato de Trump, al extender dichas disposiciones. También incorpora promesas de campaña como reducciones de impuestos sobre propinas y ingresos por horas extras, aumentos en el gasto en defensa y fondos adicionales para la seguridad fronteriza y la aplicación de políticas migratorias. Estas medidas buscan estimular el crecimiento económico y responder a las prioridades de los votantes destacadas durante la campaña de Trump en 2024.
Sin embargo, el impacto fiscal del proyecto ha generado debate. Analistas no partidistas estiman que podría añadir entre 3 y 5 billones de dólares a la deuda nacional, actualmente en 36.2 billones de dólares, en la próxima década. Esta proyección contribuyó a la decisión de Moody’s el viernes de rebajar la calificación crediticia de Estados Unidos, citando una trayectoria de deuda que alcanzaría el 134% del PIB para 2035. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, refutó estas preocupaciones, argumentando en entrevistas televisivas que las políticas del proyecto, orientadas al crecimiento, superarían el aumento de la deuda.
Presión conservadora por recortes de gasto
La división interna republicana se centra en cómo compensar los costos de los recortes fiscales. Conservadores de línea dura, incluidos Roy y el representante Ralph Norman, han exigido reducciones significativas en programas federales como Medicaid y la eliminación total de los créditos fiscales para energías renovables aprobados por los demócratas. Norman destacó las negociaciones sobre requisitos laborales más estrictos para Medicaid y recortes más amplios al apoyo médico para beneficiarios sin discapacidades, presentándolos como esenciales para abordar los desafíos fiscales del país. “Tenemos problemas con el dinero en este país: la deuda”, dijo, refiriéndose a la reciente rebaja de la calificación crediticia.
Sin embargo, las propuestas de recortes, que podrían expulsar a 8.6 millones de personas de Medicaid, enfrentan resistencia de republicanos moderados y algunos senadores republicanos. Estos legisladores argumentan que tales medidas podrían alejar a los votantes que apoyaron a Trump en 2024 y cuyo respaldo será crucial en las elecciones de mitad de período de 2026.
Trump y su administración han priorizado la disciplina fiscal, con iniciativas como el Departamento de Eficiencia Gubernamental, liderado por Elon Musk, destinadas a optimizar el gasto federal. Sin embargo, estos esfuerzos aún no han generado ahorros significativos, y la estrategia arancelaria de la administración sigue siendo fluida, con Trump alternando entre tasas más altas y exenciones negociadas.
El destino del proyecto en el pleno de la Cámara sigue siendo incierto, ya que los republicanos deben equilibrar las demandas conservadoras con las preocupaciones de los moderados. Un plazo crítico para el techo de la deuda este verano añade urgencia, ya que no actuar podría desencadenar un incumplimiento con graves consecuencias económicas. Por ahora, la aprobación del Comité de Presupuesto representa un paso crucial para la visión económica de Trump, reforzando su compromiso con el alivio fiscal y la seguridad fronteriza mientras navega por las complejidades de un partido fracturado.