El primer ministro de Papúa Nueva Guinea le responde a Biden tras decir que su tío fue devorado por caníbales
El primer ministro de Papúa Nueva Guinea, James Marape, afirmó que su país no merece ser tachado de caníbal e instó a Estados Unidos a limpiar los restos de la Segunda Guerra Mundial esparcidos por el Pacífico, tras los comentarios del presidente Joe Biden sobre su tío militar desaparecido.
Biden «pareció insinuar que su tío fue devorado por caníbales después de que su avión fuera derribado sobre Papúa Nueva Guinea durante la Segunda Guerra Mundial», declaró la oficina de Marape en un comunicado a última hora del domingo.
«Las declaraciones del Presidente Biden pueden haber sido un lapsus linguae; sin embargo, mi país no merece ser etiquetado como tal», afirmó Marape en el comunicado.
«Insto al presidente Biden a que haga que la Casa Blanca estudie la limpieza de estos restos de la Segunda Guerra Mundial para que se pueda poner fin a la verdad sobre los militares desaparecidos como Ambrose Finnegan».
Estados Unidos firmó el año pasado un acuerdo de cooperación en materia de defensa con Papúa Nueva Guinea, en medio de la competencia por la influencia en la región con China, que tiene un pacto de seguridad con las vecinas Islas Salomón.
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, se reunió el domingo con Marape en la capital, Port Moresby, para estrechar lazos económicos, mientras que el primer ministro australiano, Anthony Albanese, llega esta semana para conmemorar la historia de la Segunda Guerra Mundial.
Biden ya ha mencionado su relación personal con la historia bélica de Papúa Nueva Guinea en sus visitas a Australia, contando la historia de su tío, que murió en un accidente aéreo en mayo de 1944.
La semana pasada, Biden planteó la posibilidad de que su tío hubiera sido víctima de los caníbales, tras visitar un monumento a los desaparecidos en combate en Pensilvania.
Los historiadores afirman que Papúa Nueva Guinea fue crucial para el avance de Estados Unidos a través del Pacífico para liberar Filipinas en la Segunda Guerra Mundial, mientras que Australia ha afirmado que la historia bélica demostró la renovada importancia estratégica de su vecino del norte.
Sin embargo, el impacto de la guerra sigue siendo delicado entre los isleños del Pacífico.
Marape afirmó que su nación fue «arrastrada innecesariamente a un conflicto que no fue obra suya».
Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón siguen llenas de restos humanos de la guerra, restos de aviones, barcos y túneles, así como restos de bombas que siguen matando gente, afirmó.
(Reuters)