El presidente Rodrigo Paz Pereira anuncia la disolución del Ministerio de Justicia y promete el fin de la persecución política en Bolivia

El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, anunció este jueves la disolución del Ministerio de Justicia, una medida que presentó como “el fin de la persecución política” y un paso para garantizar la independencia del sistema judicial.
“Bolivianos, no habrá más persecución política en Bolivia. El Ministerio de Justicia está muerto, y vamos a enterrarlo, bien enterrado, para que el terrorismo de Estado nunca más persiga a los bolivianos”, declaró Paz durante una conferencia de prensa.
El mandatario profundizó en sus críticas al funcionamiento de la cartera disuelta y señaló que había derivado en un instrumento de presión desde el poder político. “Esta tarde anuncio al país: se acabó el ministerio de persecución, se acabó el ministerio de injusticia, el ministerio que vendía sentencias, el ministerio que era una forma de chantajear a la sociedad desde el poder político. Ningún político —sea presidente, vicepresidente, senador, diputado o ministro— volverá a interferir en la justicia”, afirmó.
La decisión se produjo en medio de una crisis interna en el gabinete, desencadenada por el despido del ministro Freddy Vidovic el miércoles 19 de noviembre. Vidovic enfrentaba una sentencia ejecutable de tres años por un caso de corrupción vinculado a Martín Belaunde. Su reemplazante, Jorge García, permaneció menos de 24 horas en el cargo.
Paz recordó que el cierre del Ministerio de Justicia fue una de sus promesas de campaña y sostuvo que la medida busca crear condiciones para una reforma judicial que garantice mayor independencia y confianza ciudadana.
El presidente boliviano Rodrigo Paz Pereira tomó posesión del cargo el 8 de noviembre de 2025, en una ceremonia solemne celebrada en la Asamblea Legislativa Plurinacional, marcando el inicio de un nuevo ciclo político.
Con su llegada al poder, Paz pone fin a casi 20 años de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), partido de izquierda que presidió Bolivia durante la era de Evo Morales y Luis Arce.
En su discurso de investidura, Paz denunció la grave situación económica que heredó: “el país que recibimos está devastado”, con reservas internacionales muy bajas, inflación, escasez y deuda. También llamó a dejar atrás las ideologías polarizantes y trabajar por la unidad nacional.








