El presidente reelecto de El Salvador, Nayib Bukele, se puso «a la orden» de Javier Milei para «colaborar con lo que sea»

El presidente reelecto de El Salvador, Nayib Bukele, habló sobre su homólogo argentino, Javier Milei, aclarando que el problema de inseguridad en el país sudamericano no es tan grave como en la nación que él dirige. Más allá de eso, expresó: «Le deseo lo mejor y si podemos colaborar, a la orden».

Las declaraciones las dio Bukele ayer en una conferencia de prensa previa al cierre de los comicios que finalmente le dieron una aplastante victoria sobre sus contrincantes.

El popular presidente salvadoreño confirmó que hay contactos entre su gobierno y el de Milei, pero manifestó que las políticas que debería aplicar la Casa Rosada deberían ser distintas dado que «el problema de seguridad de Argentina no es tan apremiante como el de El Salvador”.

“Las medidas que pueden ser compartidas por parte de nosotros para Argentina, de repente no tendrían que ser tan drásticas porque no tienen problemas tan grandes como el nuestro. Ante problemas más pequeños, tal vez el medicamento puede ser más pequeño”, explicó el mandatario en el hotel Sheraton Presidente de San Salvador.

El mandatario agregó que “hay similitudes” entre los dos países, tanto culturales, como de “problemas delincuenciales, que se forman generalmente producto de la pobreza”, por lo que “se puede tomar como ejemplo lo que está pasando en El Salvador”.

En ese sentido, Bukele confirmó que su gobierno le ofreció a la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, “la colaboración que ellos necesitan en todos los temas de seguridad”.

Bullrich se reunió en Buenos Aires con el ministro de Seguridad salvadoreño, Gustavo Villatoro, el día previo a la asunción de Milei para discutir -según indicó la ministra argentina- “estrategias efectivas en la lucha contra el narcotráfico y las mafias”.

“Yo creería que el problema en Argentina es más pequeño, aunque preocupante, sobre todo en Rosario y algunas zonas, pero es más pequeño que en El Salvador y, por ende, si bien se pueden aplicar algunas cosas -y sería, creo yo, positivo aplicarlas-, no tendría que ser tan drástico porque el problema, comparado con lo que teníamos anteriormente en El Salvador, que era la capital mundial de homicidios, es bastante menor como para aplicar estas medidas”, explicó al respecto Bukele.

El líder del partido Nuevas Ideas reveló que, hasta el momento, habló una sola vez con Milei cuando lo llamó para felicitarlo por su triunfo en las elecciones del 19 de noviembre del año pasado. Detalló que la comunicación fue «bastante larga”.

“Me dio un panorama de Argentina muy difícil, y, sobre todo en lo económico, el tema de las divisas, de la inflación, etcétera. Va a ser muy duro de cualquier manera que se haga. Entiendo que hay gente con mucho talento y mucha gente inteligente con él, aparte de que él es una persona inteligente también, pero va a ser difícil resolverlo”, comentó.

“Le deseo lo mejor [a Milei], y si podemos colaborar con algo, somos un país muy pequeño para colaborar con lo económico, pero si podemos colaborar con lo que sea, tema seguridad, cooperación o lo que sea, estaremos a la orden”, concluyó el mandatario.

Por su parte, en una entrevista reciente con la periodista Patricia Janiot, Milei elogió a Bukele destacando que es «alguien que, a pesar de la adversidad, logró llevar a cabo su programa de gobierno».

Asimismo, a fines de enero, el Ministro del Interior argentino, Guillermo Francos, se reunió con el embajador de El Salvador en Buenos Aires, Eduardo Cardoza Mata, para hablar principalmente sobre las políticas implementadas por el gobierno de Nayib Bukele para frenar las olas de delincuencia e inseguridad.

El efecto Bukele

El Salvador pasó de ser uno de los países más peligrosos del mundo a ser uno de los más seguros en muy poco tiempo y bajo la gestión del presidente Bukele.

Una vez que el gobierno de Bukele decidió instaurar un régimen de excepción en el país, las pandillas que se hallaban enquistadas en los barrios, a merced de aumentar los homicidios cuando quisieran, comenzaron a perder terreno.

Adicionalmente, emplazó el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una mega prisión que se ha ganado la reputación de ser una de las más duras del mundo. Recientemente, se permitió a los periodistas ingresar por primera vez y observar las condiciones de vida dentro de este penal ubicado a 74 kilómetros de San Salvador. La prisión se caracteriza por una muralla de 11 metros de altura y 2.1 kilómetros de extensión, la ausencia de señal telefónica, y una única vía de acceso y salida. Además, las cámaras de vigilancia monitorean constantemente la prisión.

Dentro del CECOT, las reglas son estrictas, con los reclusos necesitando autorización para hablar y sin actividades recreativas. Las celdas de castigo son oscuras y vacías, y no se permite la visita de familiares.

El centro penitenciario alberga a miembros de las temibles pandillas MS13 y la pandilla 18, y aunque tiene la capacidad de alojar a 40.000 presos, en la actualidad cuenta con alrededor de 12.000. Los reclusos están sometidos a rutinas diarias de revisión de celdas y medidas de control, con solo dos comidas al día y prácticamente ningún contacto con el exterior, excepto las audiencias con los tribunales, que se realizan por videoconferencia desde un salón interno.

Por el contrario, en Argentina, las políticas laxas contra los delincuentes han hecho que aumenten los crímenes en las calles.

Incluso si fueran encarcelados, los tratos que reciben en prisión son hasta mejores que en sus casas, ya que no tienen que trabajar pero les permiten tener Internet, celulares, computadoras y hasta pileta para refrescarse. Este último hecho se ha hecho viral en las redes sociales.

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Redacción Mundo Libre
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