La estrategia de Harris para el debate: provocar a Trump y crear momentos para las redes sociales

La vicepresidente Kamala Harris se está preparando para su esperado debate del 10 de septiembre con Donald Trump centrándose en formas de poner nervioso al candidato republicano y llamar la atención sobre sus frecuentes exageraciones sobre políticas e historia reciente, todo ello con la mirada puesta en las redes sociales, dicen asistentes y asesores.

Harris, la candidata demócrata, apareció por última vez en un escenario de debate en 2020 contra el entonces vicepresidente Mike Pence, una noche cargada de discusiones políticas y marcada por la reprimenda de Harris a las interrupciones de Pence, pero probablemente recordada por la mayoría de los votantes estadounidenses por la mosca que irrumpió en el evento.

Esta vez, según sus asesores, Harris planea centrarse en lo que su equipo llama los «fracasos» de Trump en el muro fronterizo de Estados Unidos, la infraestructura y la pandemia de COVID-19, mientras espera evitar caer en ataques personales.

Por su parte, Trump y su compañero de fórmula, JD Vance, han atacado a Harris y al presidente Joe Biden por la inflación, el elevado número de inmigrantes ilegales que cruzan la frontera sur de Estados Unidos y las propuestas económicas que, según afirman, aumentarán el gasto público. Por otra parte, durante el mandato de Biden hubo más muertes por COVID que durante el de Trump.

Harris ha pronunciado varios discursos centrados en políticas, pero los votantes estadounidenses estarán atentos para obtener más detalles.

«Los independientes en los estados clave todavía necesitan y quieren escuchar propuestas políticas más detalladas de ella», dijo la estratega republicana Rina Shah. «También tendrá que responderle a Trump… con hechos, cifras y datos sobre lo que hizo mal durante su administración».

El equipo de Harris cree que muchos verán el debate en forma de videoclips en plataformas de redes sociales como TikTok y X, y buscarán formas de crear momentos que la gente quiera compartir. Eso incluye intentar presionar a Trump para que diga cosas que no debería decir, dijeron dos fuentes, como comentarios potencialmente provocativos u ofensivos.

ASISTENTE DE CLINTON ASESORA A HARRIS PARA EL DEBATE

Harris ha estado realizando simulacros de debates para el enfrentamiento en horario de máxima audiencia con Philippe Reines, asesor de larga data de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, papel que ya había desempeñado antes.

Durante varios días antes del enfrentamiento, Harris se ubicará en la frontera occidental de Pensilvania, en Pittsburgh, y realizará una combinación de eventos de campaña allí antes de volar a Filadelfia para su primer encuentro con el expresidente.

El presidente Barack Obama, que ha asesorado informalmente a Harris, siguió una estrategia similar en 2012 cuando se postulaba para la reelección, estableciéndose en el estado clave de Nevada durante días de preparación antes de su primer debate con el candidato presidencial republicano Mitt Romney en Denver.

La campaña de Harris ha estado buscando molestar a Trump desde que se convirtió en la abanderada demócrata, llamándolo «raro», un término que el compañero de fórmula de Harris, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, utilizó por primera vez contra el republicano.

Su campaña espera que el debate sea importante, pero no necesariamente cambie las cosas en términos de cómo afecta la percepción pública del expresidente.

La actitud de Trump en el debate de junio contra Biden fue más mesurada y disciplinada que algunas de sus actuaciones anteriores.

Un asesor de Biden, en declaraciones a Reuters, expresó su preocupación por que Harris se estuviera preparando en exceso, al igual que Biden se atiborraba de estadísticas y cifras con las que tropezaba en el atril del debate.

(Reuters, parcialmente modificado)