El Papa Francisco lucha contra una doble neumonía y los rumores de dimisión

Mientras el Papa Francisco lucha contra una neumonía doble en el hospital desde hace casi tres semanas, hablar de la muerte o la renuncia del pontífice de 88 años se ha vuelto casi algo común.

Algunos periódicos han publicado artículos informando a sus lectores sobre lo que se puede esperar durante el funeral papal. Algunos cardenales católicos de alto rango están hablando abiertamente sobre la posibilidad de que Francisco siga los pasos de su predecesor Benedicto XVI y renuncie.

Sin embargo, Francisco está vivo y las actualizaciones más recientes del Vaticano indican que su condición puede estar mejorando, aunque sufrió un revés el lunes.

Y, leyendo las señales que llegan desde el hospital Gemelli de Roma, donde está siendo tratado desde el 14 de febrero, el Papa no parece tener planes de dimitir en un futuro próximo.

«Siempre ha sido un luchador», dijo Elisabetta Piqué, amiga personal y biógrafa de Francisco. Agregó que el ex cardenal argentino Jorge Bergoglio, elegido Papa en 2013, no tiene planes de renunciar.

«No cede ante la presión», declaró Piqué, corresponsal del diario La Nación de Buenos Aires. «Cuanto más presión le pongan, más probable es que no ceda», añadió.

Las especulaciones sobre la posible renuncia del Papa comenzaron unos días después de su hospitalización. El cardenal italiano Gianfranco Ravasi, un prelado retirado que no es conocido por su cercanía al Papa, sugirió en una entrevista radial el 20 de febrero que Francisco podría renunciar al papado.

El cardenal francés Jean-Marc Aveline, a veces mencionado como posible sucesor de Francisco, cuando se le preguntó sobre la posibilidad de renuncia en una conferencia de prensa en el Vaticano, respondió: «Todo es posible».

«HIPÓTESIS LEJANA»

Francisco, que ha rechazado gran parte de la pompa y los privilegios del papado y ha buscado abrir la a menudo seria Iglesia Católica al mundo moderno, se ha reído de las especulaciones sobre su destino.

Después de una reunión el 19 de febrero en el hospital con la primera ministra italiana Giorgia Meloni, el Corriere della Sera de Italia informó que él le dijo: «Algunos han estado rezando para que el Papa vaya al cielo, pero el Señor de la Cosecha piensa que es mejor mantenerme aquí».

Austen Ivereigh, quien coescribió un libro con el Papa en 2020, sostuvo que ese comentario puede haber sido alegre, pero decía algo serio.

«Lo que está diciendo es que en realidad se trata de la voluntad de Dios, no de la de nadie más», comentó Ivereigh. «En otras palabras, puede que quieran un nuevo papa, pero, miren, yo sigo vivo, sigo aquí», agregó.

El Papa ha descartado en el pasado dimitir, calificándola de «hipótesis lejana» en 2024.

Al igual que varios papas antes que él, Francisco reconoció que firmó una carta de renuncia poco después de su elección en 2013, destinada a ser utilizada sólo si un problema mental grave le hiciera imposible llevar a cabo sus funciones.

No está claro si una carta de este tipo podría utilizarse o no. La ley eclesiástica no tiene un procedimiento para determinar si un pontífice ha quedado incapacitado. También especifica que la renuncia de un papa debe ser «realizada libre y debidamente» por el propio pontífice.

«ÉL SIGUE SIENDO EL PAPA»

Francisco, conocido por su capacidad de trabajar hasta el agotamiento, ha continuado dirigiendo el Vaticano desde el hospital.

Los nombramientos de personal que requieren su aprobación se anuncian a su ritmo habitual. Ha seguido firmando mensajes oficiales dirigidos a las oficinas del Vaticano, con notas añadidas al pie para indicar que se envían «desde el hospital Gemelli».

El Papa se ha reunido dos veces en el hospital con el cardenal Pietro Parolin, el número dos del Vaticano, para tratar asuntos pendientes. El Vaticano ha dicho que las reuniones son «audiencias», el término oficial para un encuentro con el líder de la Iglesia católica de 1.400 millones de miembros, sin importar dónde se encuentre el pontífice.

Ivereigh, que ha escrito dos biografías de Francisco, dijo que el Papa está enviando una señal clara desde el hospital de que él es quien gobierna la Iglesia.

«Es un hombre de gobierno que entiende la autoridad», aseguró Ivereigh. «Para él es importante que sepamos que está presente y que sigue al mando. Sigue siendo el Papa», apuntó.

Los médicos no han dicho cuándo el Papa, que tiene antecedentes de infecciones pulmonares graves, será dado de alta del hospital.

Con información de Reuters

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Agencias
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