El New York Times planea publicar un artículo difamando a Falun Dafa y a Shen Yun Performing Arts

Los periodistas del New York Times han pasado casi medio año trabajando para recopilar información y elaborar una narrativa negativa sobre Shen Yun Performing Arts, la compañía de danza clásica china mundialmente aclamada que durante mucho tiempo ha sido vista como un objetivo político por el régimen de la China comunista. 

Según la información compilada por un reciente informe extenso de The Epoch Times, los reporteros del NYT buscaron activamente a ex artistas de Shen Yun desde el 2023 para pintar una imagen sesgada sobre la compañía y Falun Gong, el grupo religioso de la escuela Buda que guía a muchos de los artistas y personal de la compañía.

Shen Yun, cuya misión es revivir la cultura tradicional china y cuyo lema es “China antes del comunismo”, ha sido una gran espina clavada en Beijing desde su fundación en 2006. La compañía heredó y perfeccionó el arte y la tradición de la danza clásica china, extendiéndose milenios hasta la antigüedad, para crear una “visión inspiradora de lo que China era y podría ser sin el Partido Comunista”, como se describe en una reseña reciente de Shen Yun publicada en The Hill. 

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa (法輪大法), ha sido perseguido en China continental desde 1999, y sus seguidores son sometidos a brutalidades como torturas con electroshocks, inyecciones de drogas peligrosas y ejecuciones mediante sustracción de órganos. 

Si se publica según lo planeado, el artículo del NYT sería el último en décadas de informes sesgados sobre Falun Gong que se alinean y juegan con la agenda del Partido Comunista Chino para demonizar a esta disciplina ancestral basada en Verdad, Benevolencia y Tolerancia.

En su artículo sobre el proyecto del New York Times, titulado «New York Times, After Years of Appeasing CCP, Now Plans Attack on Shen Yun» («El New York Times, tras años de apaciguar al PCCh, ahora planea atacar a Shen Yun»), el periodista de Epoch Times Petr Svab explica cómo los redactores del NYT se pusieron en contacto con varios artistas de Shen Yun y otros practicantes de Falun Gong, y les hicieron preguntas que parecían destinadas a descubrir detalles desagradables sobre Shen Yun y la comunidad de Falun Gong en general.

Falun Gong, enseñado al público por primera vez en 1992 por el Maestro Li Hongzhi, es una práctica de qigong que, además de los ejercicios de meditación, enfatiza la cultivación espiritual y moral de acuerdo con sus principios fundamentales de verdad, compasión y tolerancia (真善忍).  

Antes de la persecución, Falun Gong era practicado por hasta 100 millones de personas en China y otros países, y recibió elogios de las agencias gubernamentales chinas por su eficacia en la promoción de la moralidad social y la mejora de la salud de sus practicantes. 

Altos cargos chinos, entre ellos el entonces primer ministro Zhu Rongji y el tercer miembro del Politburó del PCCh, Qiao Shi, elogiaron a Falun Gong en los meses previos a la persecución, y este último proclamó que Falun Dafa aportaba «cientos de beneficios y ni un solo perjuicio» a China y su pueblo.

Sin embargo, por orden del entonces jefe del Partido Comunista, Jiang Zemin, que veía la fe de Falun Gong en la divinidad y lo sobrenatural como una amenaza para la ideología del PCCh, el ateísmo marxista, mientras sus fuerzas policiales detenían y maltrataban a miles de practicantes, el régimen empleó una campaña propagandística generalizada que tachaba a Falun Gong de «secta» peligrosa.

En esto, el PCCh buscó no sólo adoctrinar al pueblo chino para que odiara a Falun Gong y siguiera al Partido, sino también con la esperanza de reclutar extranjeros para ayudar a marginar al grupo religioso y disminuir la conciencia internacional de lo que realmente es Falun Dafa, así como de la horrores que enfrentan sus seguidores en China. 

Según un informe recientemente publicado por el Centro de Información de Falun Dafa (FDIC), que trabaja con fuentes abiertas, alrededor de dos tercios de los informes del New York Times sobre Falun Gong desde 1999 han contenido falsedades o tergiversaciones de la práctica y sus creencias. 

Otros medios importantes, como The Atlantic y The New Yorker, han publicado informes similares sobre Falun Gong plagados de ignorancia deliberada y repetición de los puntos de la retórica del PCCh, mientras aparentemente carecen de intentos de comprender la fe en su contexto cultural apropiado. 

Algunas afirmaciones falsas típicas incluyen aquellas de que Falun Gong no permite que sus seguidores reciban tratamiento médico, o que sus enseñanzas prohíben los matrimonios entre personas de raza mixta. Otros se basan en vagas representaciones de Falun Gong como controvertidas o extrañas. 

Mientras tanto, el NYT ha evitado informar sobre el crimen de sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Gong, a pesar de la creciente evidencia de que la atrocidad se ha generalizado desde principios de la década de 2000 y de la cobertura en otros importantes medios de comunicación, señaló Svab en su artículo.

En un testimonio de 2019 ante el Tribunal de China, un grupo independiente de expertos con sede en Londres que revisó las pruebas de la extracción forzada de órganos, la entonces reportera del New York Times Didi Kirsten Tatlow describió cómo, en 2016, se había reunido con médicos chinos especializados en trasplantes y les había oído insinuar que se utilizaba a presos de conciencia como donantes de órganos involuntarios.

Pero cuando quiso hacer una investigación sobre el tema, el NYT, a pesar de “tolerar inicialmente mis esfuerzos, me hizo imposible continuar”, dijo al Tribunal. 

En 2020, el Tribunal de China determinó que “la sustracción forzada de órganos [se había] cometido durante años en toda China a una escala significativa y que los practicantes de Falun Gong [habían] sido una, y probablemente la principal, fuente de suministro de órganos”.

Una cultura de respeto y superación personal

Según los ex artistas de Shen Yun a quienes los reporteros del NYT se acercaron, estaban particularmente interesados ​​en saber si la compañía les había impedido recibir tratamiento por sus lesiones o los había obligado a continuar bailando a pesar de estar heridos. 

Otras preguntas planteadas por los periodistas se centraron en la posibilidad de un ambiente abusivo en Shen Yun, mientras que ellos no parecieron mostrar interés en lo contrario.  

«Sabemos que estos periodistas se dedican a entrevistar a un pequeño grupo que podría tener algo malo que decir sobre Shen Yun, y parecen ignorar a la inmensa mayoría [de artistas] que consideran su paso por Shen Yun positivo y profundamente gratificante», declaró a Epoch Times Ying Chen, vicepresidenta de Shen Yun.

Contrariamente al ángulo probable del artículo planeado por el New York Times, personas asociadas con Shen Yun y practicantes de Falun Gong han compartido experiencias positivas sobre la compañía de artes escénicas. 

Mientras tanto, las enseñanzas de Falun Gong instruyen a los practicantes a adherirse a las leyes y normas de sus comunidades seculares, evitando al mismo tiempo comportamientos poco éticos, egoístas y deshonestos, como utilizar la fe como tapadera para acumular fondos. 

Los artistas y educadores de Shen Yun destacaron la disciplina, la dedicación y la pasión necesarias para tener éxito en el campo altamente competitivo de la danza profesional. Destacan una cultura de respeto, superación personal y adhesión a los valores tradicionales, que, según ellos, podrían ser tergiversados ​​por los críticos y, por extensión, por el NYT.

“Para convertirse en un artista de tan alto calibre, definitivamente se necesita mucho valor y mucha persistencia, y hay que sacrificar mucho tiempo y energía”, dijo Alison Chen, ex bailarina de Shen Yun que ahora enseña y encabeza el departamento de danza en el campus del Fei Tian College en la cercana Middletown, Nueva York. 

Jimmy Cha, bailarín principal de Shen Yun originario de Corea del Sur, compartió cómo la danza clásica china se alinea más estrechamente con las tendencias naturales del cuerpo, lo que resulta en una reducción de la tensión en comparación con el ballet tradicional. Cha, quien pasó del ballet clásico a unirse al grupo de artes escénicas en 2008, dijo que los artistas de Shen Yun reciben apoyo en cada paso de su formación.  

“Mantener a todos en óptimas condiciones y tener su técnica monitoreada constantemente ayuda a evitar muchos problemas”, dijo.

Kay Rubacek, madre de dos artistas de Shen Yun, refutó las acusaciones de atención inadecuada y describió un ambiente de apoyo y cariño para los artistas. 

«Es una absoluta tontería», dijo Rubacek sobre el comentario del NYT. «Todo el que ve el espectáculo, ve Shen Yun, puede ver que a estos bailarines les encanta. Realmente aman lo que hacen».

Rubacek, galardonada directora de cine, autora y presentadora de televisión, contó cómo evaluaba meticulosamente el entorno de Shen Yun y sus instituciones educativas afiliadas antes de permitir que sus hijos se matricularan. «Soy muy cuidadosa con los sitios a los que envío a mis hijos. Los protejo mucho», declaró a The Epoch Times.

‘El sueño del PCCh hecho realidad’

A lo largo de los años, mientras intentaba crear una imagen falsa de Falun Gong en el extranjero, el PCCh ha empleado varias estrategias para obstaculizar las actuaciones globales de Shen Yun, incluida la presión sobre los teatros, la persecución de familiares de artistas en China y el mal uso del sistema legal estadounidense. 

En un caso, el FBI arrestó a dos presuntos agentes chinos que intentaron sobornar a funcionarios para que rescindieran el estatus de organización sin fines de lucro de Shen Yun, mientras que individuos sospechosos de tener vínculos con el PCCh presentaron demandas ambientales frívolas contra el campus de la compañía en el condado de Orange en Nueva York. 

Los críticos han acusado durante mucho tiempo al New York Times de restar importancia a los abusos contra los derechos humanos del PCCh y de hacerse eco de la retórica del Partido Comunista sobre Falun Gong. 

“Sólo en un puñado de artículos The New York Times logró incluir la explicación más básica de las creencias de Falun Gong: sus principios fundamentales de verdad, benevolencia y tolerancia”, escribió Svab en su artículo para The Epoch Times. 

Larry Liu, subdirector de la FDIC, advirtió que si el New York Times sigue adelante con su artículo planeado, no sólo afectaría las percepciones sobre Shen Yun, sino que perpetuaría conceptos erróneos dañinos sobre los practicantes de Falun Gong en todo el mundo e incluso sobre la cultura china. 

«Este artículo probablemente será el sueño del PCCh hecho realidad», afirmó.

De manera similar, George Xu, vicepresidente de Dragon Springs, donde se encuentra el campus de Shen Yun, enfatizó los peligros potenciales que surgen de narrativas falsas al recordar una amenaza a la seguridad influenciada por tal desinformación.

«Las falsas narrativas que el Times parece perseguir nos preocupan seriamente porque pueden crear un peligro real», dijo Xu, añadiendo que hace varios meses, las fuerzas del orden locales y federales respondieron a una amenaza percibida de un hombre de ascendencia china. El individuo expresó en las redes sociales su deseo de unirse a un «escuadrón de la muerte» y compartió un vídeo en el que aparecía cargando cargadores para un rifle AR-15.

Ese individuo «propaga estas mismas falsas narrativas y ha estado hablando con algunas de las mismas personas que el [New York] Times está entrevistando», añadió Xu.

Artículo original (de Vision Times)