El Gobierno de Argentina concreta su primera privatización en la era Milei
El gobierno argentino anunció este miércoles la privatización de la empresa metalúrgica IMPSA, marcando su primera privatización desde que el presidente libertario Javier Milei asumió el poder hace poco más de un año con la promesa de reducir el tamaño del Estado.
Según el anuncio oficial, las acciones de la compañía serán transferidas al consorcio estadounidense Industrial Acquisition Fund (IAF), cuyo principal socio es la firma Arc Energy.
Una comisión gubernamental evaluó las ofertas para la venta de IMPSA y recomendó adjudicar las acciones, previamente en manos de los gobiernos nacional y provincial, al consorcio IAF.
Javier Milei llegó al poder con una plataforma política que incluye la privatización de empresas estatales y la eliminación de subsidios a empresas privadas, como parte de su objetivo de alcanzar un presupuesto con «déficit cero».
El IAF propuso una inyección de capital de 27 millones de dólares y solicitó un plazo hasta el 31 de enero para asegurar la refinanciación de la deuda de IMPSA, que asciende a 576 millones de dólares con sus acreedores, según un comunicado del Ministerio de Economía.
El contrato para la compra y transferencia de acciones dependerá de la aprobación de los acreedores para renegociar la deuda, puntualizó el comunicado oficial.
IMPSA: Una empresa con más de un siglo de historia
Fundada en 1907 en Mendoza, Argentina, IMPSA es una empresa metalúrgica líder que fabrica equipamiento de alta tecnología, incluyendo turbinas hidráulicas, grúas industriales y reactores nucleares. Sus productos están destinados a sectores clave como la generación de energía, la minería y las industrias tecnológicas.
A lo largo de su historia, IMPSA se ha destacado por sus innovaciones y proyectos a gran escala en mercados internacionales. Sin embargo, en años recientes, enfrentó severos problemas financieros, lo que llevó a su nacionalización parcial en 2021, bajo el gobierno anterior, para evitar su quiebra.
Implicancias de la privatización
La privatización de IMPSA podría interpretarse como un paso estratégico en el plan de Milei para reducir el gasto público y atraer inversiones extranjeras.
Por su parte, el consorcio IAF ha destacado que buscará modernizar la empresa, sanear su deuda y potenciar su capacidad productiva, lo que podría devolver a IMPSA su competitividad en mercados globales.
No obstante, este proceso también estará bajo el escrutinio de sindicatos, analistas económicos y expertos en políticas públicas, quienes señalarán los posibles impactos en el empleo, la transferencia tecnológica y el desarrollo industrial en el país.