Análisis: Argentina y su futuro incierto con el dólar

El compromiso del Ministro de Economía y candidato presidencial de Argentina, Sergio Massa, es mantener el tipo de cambio oficial sin modificaciones, al menos hasta las elecciones presidenciales (que serán el 22 de octubre próximo). Sin embargo, la brecha cambiaria está aumentando nuevamente, ya que el dólar libre sigue con tendencia en ascenso, llegando hasta los 790 pesos argentinos.

Todo esto indica que la demanda de divisas aumentará a medida que avance el calendario electoral, dada la gran incertidumbre que obligará al público y a las empresas a buscar cobertura.

Aunque Massa asegura que el dólar oficial no cambiará, queda la incógnita de cuánto tiempo estará dispuesto a mantener el congelamiento.

Es probable que la inflación difícilmente baje de dos dígitos, incluso en octubre, lo que ejercerá una mayor presión para liberar el dólar oficial de su congelamiento, a pesar del riesgo de acentuar el atraso cambiario.

El mercado se pregunta qué sucederá si Massa llega al balotaje: ¿se producirá un descongelamiento gradual del dólar oficial para mantenerse al día con la inflación o se mantendrá durante otras cuatro semanas? Es altamente probable que se intente lo segundo.

Devaluación, inflación e incertidumbre

La devaluación anunciada por el Banco Central el 14 de agosto, un día después de las elecciones primarias, ha sido rápidamente opacada por el aumento en la inflación. Según los propios datos del Banco Central (BCRA), la mejora en el tipo de cambio real que se había logrado después del salto inicial ha desaparecido por completo, confirmando que el ajuste en el valor del dólar tuvo un impacto inmediato en los precios.

La realidad es que la devaluación sólo ha contribuido a generar más inflación, en un contexto de emisión monetaria sostenida y alta incertidumbre. No ha logrado el objetivo de cualquier ajuste en el tipo de cambio: mejorar la competitividad económica, estimulando las exportaciones y una liquidación más ágil de divisas aprovechando un tipo de cambio real más alto.

Massa afirmó que el FMI pedía una devaluación mucho más pronunciada (del 60%), pero el Gobierno sólo accedió a un 22%. En agosto, el tipo de cambio nominal subió un total de 27%, teniendo en cuenta el ajuste gradual previo a las primarias.

Apenas un mes y medio después, nos encontramos de vuelta en el punto de partida, pero con la agravante de una fuerte aceleración en la inflación. En agosto, el índice de precios se elevó al 12,4%, el más alto en más de 30 años, y se espera que para septiembre podría superar ligeramente el 10%. Esta posible desaceleración se lograría mediante un agresivo congelamiento de precios, no solo del dólar oficial, sino también de combustibles, prepagas, medicamentos, mientras que los alimentos están siendo controlados a través del programa “Precios Justos”.

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Redacción Mundo Libre
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