El FBI inaugura una nueva oficina en Nueva Zelanda para enfrentar la amenaza del Partido Comunista Chino

El director del FBI, Kash Patel, encabezó una serie de reuniones de alto nivel en Nueva Zelanda e inauguró formalmente una nueva sede de la agencia en Wellington, como parte de una estrategia para reforzar la presencia de Estados Unidos en la región del Indo-Pacífico frente al avance del Partido Comunista Chino (PCCh).
Aunque el FBI ya contaba con representación en el país, esta operaba bajo la jurisdicción de su oficina en Canberra, Australia. Con la apertura de esta nueva sede, ubicada en la embajada estadounidense en Wellington, se eleva su categoría a Legat Attaché, dotándola de mayor autonomía operativa y capacidad de acción independiente.
Refuerzo estratégico ante amenazas globales
En un comunicado oficial acompañado por un video institucional, Patel afirmó que las áreas de cooperación entre Estados Unidos y Nueva Zelanda abarcan “algunos de los desafíos globales más importantes de nuestro tiempo”. En ese marco, destacó como prioridad la lucha contra el Partido Comunista Chino en el Indo-Pacífico, junto con otras amenazas como el narcotráfico, los ciberataques, el ransomware y la protección de ciudadanos en todo el mundo.
“La oficina reforzada trabajará junto a nuestros socios neozelandeses en investigaciones conjuntas, intercambio de información y fortalecimiento de capacidades», señaló el FBI. La nueva delegación se enfocará en combatir delitos como el terrorismo, la ciberdelincuencia, el fraude, la delincuencia organizada, el lavado de dinero, la explotación infantil y las amenazas provenientes de servicios de inteligencia extranjeros.
Además de sus funciones en Nueva Zelanda, la oficina también será responsable de coordinar la cooperación con la Antártida, Samoa, Niue, las Islas Cook y Tonga.
Reuniones con autoridades clave
Durante su visita a Wellington, Patel sostuvo encuentros con figuras clave del gobierno neozelandés, incluyendo a la ministra de Defensa Judith Collins, el ministro de Policía Mark Mitchell y el ministro de Asuntos Exteriores Winston Peters.
También se reunió con el comisario de Policía Richard Chambers, el director general de la Oficina de Seguridad de las Comunicaciones del Gobierno, el vicemariscal del Aire Andrew Clark, y el jefe del Servicio de Inteligencia de Seguridad, Andrew Hampton.
Con esta nueva etapa de cooperación, Estados Unidos refuerza su alianza con Nueva Zelanda en un momento de creciente tensión geopolítica en el Indo-Pacífico, con el régimen chino como foco principal de preocupación para Washington.