El fantasma del comunismo ronda a partidarios y detractores de Trump
Hace ya tiempo, algunos residentes de Palm Beach aún esperaban que la pequeña ciudad de poco menos de 10.000 habitantes siguiera distinguiéndose por el ambiente de tranquilidad que la acompañó siempre. Sin embargo, a partir de 2016 con la llegada del magnate inmobiliario Donald Trump a la Casa Blanca, la vida de este colorido enclave playero dio un giro brusco.
La nicaragüense María Martínez se mudó de Miami a Palm Beach hace casi una década, “sacándole el cuerpo” a los altos precios y a la vida agitada, pero también a las pugnas políticas que allí se generan, dijo en breve contacto con la Voz de América.
“Aquí también volví a ver discusiones, pero entre los que apoyaban a Trump y los buscan otra vía. No es como en Miami, no se trata de Nicaragua o Cuba o Venezuela”, explica Martínez quien comparte sus labores como trabajadora doméstica a tiempo parcial con el servicio de entrega de comida en su automóvil.
“Esto cambió mucho, ahora hay las mismas peleas que vi en Miami. Hasta que no haya un resultado con el señor Trump van a seguir las protestas y si fuera preso nadie sabe lo que pase”, agregó Martínez.
Entrevistados por la VOA recalcaron en varias ocasiones las referencias que tienen de sus países de origen -Cuba, Venezuela y Nicaraguas- como lugares donde las ideas socialistas y la ideología comunista prendió fuerza y ha sido sostenida por diferentes gobiernos.
Liliana Camino, que se identifica como latina, aseguró: “Yo he venido acá cuando él estuvo de presidente y es que realmente vale la pena”.
Camino extiende su experiencia emigrantes latinoamericanos como ella y lo que piensan del capitalismo como sistema de Estado. “Muchos de ellos sienten un poco de temor porque piensan que por ser ilegales no van a lograr nada; al contrario, lo que quiere Trump es ponerlos legales, pero de una manera formal”, asevera.
Uno de los puntales de campaña del exmandatario republicano fue la política de mano dura respecto a la inmigración irregular en EEUU, imponiendo fuertes restricciones al paso de solicitantes de asilo en la frontera e implementando, en marzo de 2020 -bajo la recomendación de autoridades sanitarias- el Título 42, con el que decenas de miles de inmigrantes se han visto imposibilitados de recurrir al asilo en el país.
“Nosotros ya hemos vivido el terrorismo hace muchos años y algunos países ya han vivido el socialismo, como Cuba y Venezuela”, advierte.
Varios de los entrevistados consideran que Trump es víctima de una componenda política por parte de sus opositores demócratas; otros en cambio, señalan los sucesos del 6 de enero de 2020 en el Capitolio de EEUU como una razón para no apoyarle.
Natasha Rodríguez acusa directamente al actual gobierno demócrata de coartar las libertades de los estadounidense. “Ellos están tratando de controlarnos a nosotros, a las personas de este país, como empezaron en cada país comunista como Cuba, Venezuela, Perú, Colombia”, señala.
Desde el lunes manifestantes a favor del expresidente se mostraron por algunas horas en diferentes punto del pequeño pueblo costero sin que se reportaran incidentes de enfrentamientos.
Trump: “El único crimen que he cometido es defender valientemente nuestra nación de aquellos que buscan destruirla”
Horas después de entregarse a las autoridades estatales de Nueva York, el expresidente de EEUU Donald Trump se dirigió al público en un discurso en el que aseguró: “nunca pensé que algo así podría suceder”.
Trump ofreció el discurso desde su residencia oficial, ubicada en Palm Beach, Florida. El expresidente entró a la sala acompañado del servicio secreto, y caminó por un pasillo rodeado de seguidores, a quienes saludó mientras se dirigía a la tarima.
“El único crimen que he cometido es defender valientemente nuestra nación de aquellos que buscan destruirla”, aseguró el expresidente, acusado de 34 cargos por falsificación de registros de negocios.
La investigación en contra del expresidente incluye el pago de sobornos a tres personas, según el fiscal. Una de ellas, la actriz porno Stormy Daniels, quien recibió 130.000 dólares para comprar su silencio sobre un presunto amorío con Trump una década antes.
Alvin Bragg, fiscal del distrito de Manhattan a cargo de la investigación, detalló más temprano que Trump hizo repetidamente declaraciones falsas en los registros comerciales de Nueva York, una práctica que calificó de «delictiva».
“Todos los que han analizado este caso, incluso los demócratas incondicionales, dicen que no hay crimen y que nunca debería haberse presentado. Incluso personas que no son precisamente seguidores han dicho que esto no es lo correcto”, afirmó Trump. “Es un insulto a nuestro país”.
La acusación, que se hizo pública durante la lectura de cargos frente al juez Juan Manuel Merchan, enumera 34 delitos de falsificación de registros de negocios y las fechas en que habrían ocurrido. Durante su discurso, el expresidente acusó a Merchan de ser un “juez que odia a Trump”.
“Esta acusación que salió es ridícula. Todo el mundo dijo que no es realmente una acusación. No hay nada aquí”, abundó Trump antes de llamar a Bragg un “criminal” por, según él, filtrar “ilegalmente cantidades masivas” de información del gran jurado que instruyó inicialmente el caso.
Crédito: Voz de América (parcialmente editado)