El expresidente colombiano Álvaro Uribe pide intervención internacional en Venezuela «que desaloje a esos tiranos del poder»

El expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez solicitó una intervención internacional en Venezuela, preferiblemente avalada por las Naciones Unidas, con el objetivo de destituir al líder chavista Nicolás Maduro y convocar a elecciones libres. Las declaraciones fueron realizadas el 11 de enero durante un acto político en Cúcuta, ciudad fronteriza con Venezuela.

Uribe afirmó: «Pedimos una intervención internacional, preferiblemente avalada por las Naciones Unidas, que desaloje a esos tiranos del poder y convoque de inmediato a unas elecciones libres». Además, hizo un llamado a la Fuerza Armada venezolana para que «cumpla su función de acuerdo con la Constitución y libere al país de la dictadura de Maduro».

Durante su intervención, el exmandatario expresó su apoyo a los líderes opositores venezolanos María Corina Machado y Edmundo González, calificándolos como «campeones universales de la democracia y la libertad». La manifestación en Cúcuta contó con la presencia de decenas de personas portando pancartas en contra de Maduro y en respaldo a los dirigentes opositores, además de banderas venezolanas.

La visita de Uribe coincidió con la presencia en la región de altos funcionarios del gobierno colombiano, quienes evaluaban la relación con Caracas tras el cierre temporal de los pasos fronterizos ordenado por Maduro con motivo de su investidura para un nuevo mandato. El canciller Luis Gilberto Murillo y el ministro del Interior Juan Fernando Cristo se reunieron con comunidades y autoridades locales en Norte de Santander, departamento del cual Cúcuta es la capital.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, reaccionó a las declaraciones de Uribe rechazando la propuesta de intervención militar en Venezuela. En su cuenta de Twitter, Petro escribió: «Un bloqueo económico de un país sobre otro es abominable, y peor una invasión militar como tantas que hemos visto en el siglo 21». Además, acusó a la «extrema derecha» colombiana de «promover guerras y décadas de violencia en el país».

Por su parte, Nicolás Maduro respondió a las declaraciones de Uribe calificándolo de «narcotraficante, asesino y cobarde».

Estas afirmaciones se dieron en medio de un contexto de tensión política y social en Venezuela, donde la oposición y gran parte de la comunidad internacional cuestionan la legitimidad del nuevo mandato de Maduro.

La situación en Venezuela ha llevado a que otros exmandatarios colombianos, como Iván Duque, también soliciten una intervención internacional. Duque afirmó: «Es urgente una intervención humanitaria para restaurar la democracia y evitar una crisis humanitaria que amenace a toda América Latina».

En respuesta a estas solicitudes, Maduro advirtió que Venezuela, junto con Cuba y Nicaragua, se prepara para «tomar las armas» en caso de una intervención extranjera. Durante la clausura del Festival Mundial Internacional Antifascista, Maduro declaró: «Nos estamos preparando para tomar las armas si es necesario para defender el derecho a la paz y la soberanía de Venezuela».

La comunidad internacional se mantiene atenta a la evolución de la crisis en el país sudamericano. Recientemente, un grupo de 31 exlíderes de América Latina y España, incluyendo a los expresidentes españoles Felipe González, José María Aznar y Mariano Rajoy, solicitó a la Corte Penal Internacional la detención inmediata de Nicolás Maduro, acusándolo de «violaciones generalizadas y sistemáticas de derechos humanos» y «crímenes de lesa humanidad».

La frontera colombo-venezolana, de 2.219 kilómetros, ha sido escenario de cierres y reaperturas en distintas administraciones. La actual postura del gobierno de Gustavo Petro es mantener relaciones con Venezuela, a pesar de considerar que no hubo elecciones libres en el país vecino. Esta situación genera debate en Colombia, donde sectores políticos difieren en cuanto a la mejor estrategia para abordar la crisis venezolana.