El estado de Kansas demanda a Pfizer por presuntos engaños en la comercialización de la vacuna COVID-19

El estado de Kansas presentó este lunes una demanda contra la compañía farmacéutica Pfizer, Inc. por presuntas violaciones de protección al consumidor relacionadas con la fabricación y comercialización de la vacuna COVID-19. Las acusaciones presentadas en el Tribunal de Distrito del condado de Thomas, alegan que Pfizer comercializó la inyección como «segura» a pesar de que «sabía» que la vacuna estaba relacionada con «eventos adversos graves», según informó Fox News. 

«Pfizer engañó al público diciéndole que tenía una vacuna COVID-19 ‘segura y eficaz'», se afirma en la demanda de 69 páginas. El documento también menciona que la compañía ocultó información crítica de seguridad al público. «Pfizer dijo que su vacuna contra el COVID-19 era segura a pesar de que sabía que estaba relacionada con eventos adversos graves, como miocarditis y pericarditis, embarazos fallidos y muertes«, detalla el escrito.

Además, las acusaciones sostienen que Pfizer conocía la disminución de la eficacia de su vacuna a lo largo del tiempo y su incapacidad para proteger contra las variantes del COVID-19, información que supuestamente también fue ocultada al público. 

«Pfizer dijo que su vacuna contra el COVID-19 era eficaz a pesar de que sabía que su vacuna contra el COVID-19 decaía con el tiempo y no protegía contra las variantes del COVID-19«, se lee en el documento judicial.

El fiscal general republicano Kris Kobach, quien presentó la demanda, alega que las acciones de la compañía violaron la Ley de Protección al Consumidor de Kansas. La demanda acusa a la farmacéutica de «representar falsamente los beneficios de su vacuna COVID-19 mientras oculta y suprime la verdad sobre los riesgos de seguridad de su vacuna, su eficacia menguante y su incapacidad para prevenir la transmisión».

Por otro lado, Kobach también alega que Pfizer obtuvo «ingresos récord de la compañía» de aproximadamente 75 mil millones de dólares en solo dos años, basados en las «tergiversaciones» sobre la vacuna. 

«Millones de habitantes de Kansas escucharon las tergiversaciones de Pfizer sobre su vacuna COVID-19″, asegura el documento, citando que Pfizer administró más del 60% de todas las dosis de vacunas en Kansas.

Según lo demandado, Pfizer utilizó varios métodos para «ocultar datos críticos» sobre la seguridad y eficacia de la vacuna, incluyendo acuerdos de confidencialidad y la destrucción del grupo de control que participaba en el ensayo de su vacuna.

«Debido a que Pfizer abrió el cegamiento del grupo de control original y les permitió recibir la vacuna COVID-19 de Pfizer, los reguladores gubernamentales y los científicos independientes no pueden comparar completamente la seguridad y eficacia de la vacuna COVID-19 de Pfizer con personas no vacunadas«, se alega.

Además se acusa a la empresa de no revelar las limitaciones de sus ensayos de la vacuna COVID-19, señalando que los ensayos incluyeron solo a individuos sanos y excluyeron a individuos enfermos. 

«Pfizer hizo declaraciones sobre la seguridad de su vacuna contra el COVID-19 a sabiendas o con motivos para saber que no poseía una base razonable para afirmar que era segura para personas que habían sido diagnosticadas con COVID-19, que estaban inmunocomprometidas o que estaban embarazadas o amamantando«, postula el escrito presentado por el estado de Kansas.

En respuesta a las acusaciones, Pfizer negó todo lo expuesto, y declaró a Fox News Digital: «Estamos orgullosos de haber desarrollado la vacuna COVID-19 en un tiempo récord en medio de una pandemia global y salvado innumerables vidas. Las declaraciones hechas por Pfizer sobre su vacuna COVID-19 han sido precisas y basadas en la ciencia». 

La compañía añadió que «Pfizer está profundamente comprometida con el bienestar de los pacientes a los que atiende y no tiene mayor prioridad que garantizar la seguridad y eficacia de sus tratamientos y vacunas».

Desde su autorización inicial por parte de la FDA en diciembre de 2020, la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19 se ha administrado a más de 1.500 millones de personas, demostrando un «perfil de seguridad favorable en todos los grupos de edad y ayudando a proteger contra resultados graves de COVID-19, incluidas la hospitalización y la muerte». 

La compañía concluyó afirmando que la seguridad del paciente es su prioridad número uno, por lo que siguen «protocolos diligentes de seguridad y seguimiento».

La demanda presentada por Kansas marca un punto crítico en el debate continuo sobre la seguridad y eficacia de las vacunas COVID-19, y pone a Pfizer bajo un escrutinio adicional por sus prácticas comerciales durante la pandemia.

Esta no es la primera demanda realizada contra la compañia farmacéutica en relación a las vacunas COVID. En noviembre del año pasado, el estado de Texas sostuvo que la farmacéutica estadounidense tergiversó la eficacia de la vacuna al afirmar que la misma posee una eficacia del 95%.

Asimismo, en marzo de este año, la Autoridad del Código de Prácticas de Medicamentos Recetados (PMCPA) del Reino Unido concluyó que Pfizer había promovido su vacuna sin licencia y había violado múltiples códigos regulatorios.

La empresa en mayo admitió y se disculpó públicamente comunicando que “lamentaba profundamente” el haber infringido cinco códigos regulatorios al promocionar su vacuna contra el COVID-19 de manera ilegal.  

También en mayo, Pfizer tuvo que acordar llegar a un arreglo en más de 10.000 demandas por riesgos de cáncer relacionados con el fármaco Zantac, que se usa para aliviar la acidez estomacal, el cual ya fue retirado del mercado.