El crack brasilero que enloqueció por lesiones: incendió su casa, intentó suicidarse y estuvo años preso
Breno Vinícius Rodrigues Borges, conocido simplemente como Breno, nació el 13 de octubre de 1989 en Cruzeiro, São Paulo, Brasil. Desde temprana edad, mostró un talento excepcional para el fútbol, lo que lo llevó a unirse a las divisiones juveniles del São Paulo FC en 2003. Su ascenso fue meteórico; en 2007, a los 18 años, debutó con el primer equipo, contribuyendo significativamente a la conquista del Campeonato Brasileño de ese año.
El joven defensor rápidamente atrajo la atención de los grandes clubes europeos. En diciembre de 2007, el Bayern Múnich aseguró su fichaje por una suma cercana a los 12 millones de euros, una cifra considerable para un jugador de su edad. Sin embargo, su adaptación al fútbol alemán no fue sencilla. Las barreras idiomáticas, la distancia de su familia y las diferencias culturales complicaron su integración. A pesar de ello, Breno logró debutar en la Bundesliga y en la Liga de Campeones de la UEFA, mostrando destellos de su calidad.
En 2008, formó parte de la selección brasileña sub-23 que obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín, consolidándose como una de las promesas del fútbol mundial.
No obstante, su carrera comenzó a verse afectada por una serie de lesiones, especialmente en la rodilla, que limitaron su tiempo de juego y minaron su confianza.
En enero de 2010, fue cedido en préstamo al 1. FC Nürnberg con la esperanza de recuperar su forma, pero una lesión de ligamentos cruzados truncó su progreso, manteniéndolo alejado de las canchas por varios meses.
La acumulación de lesiones y la presión asociada al deporte de élite llevaron a Breno a una profunda depresión, exacerbada por el consumo de alcohol.
“No estaba jugando. Estaba todo el tiempo lesionado. No hablaba el idioma. No me sentía integrado en el país. Sentía que no valía para nada”, admitió el paulista años después, según recuerda Marca.
El 20 de septiembre de 2011, ocurrió uno de los hechos más lamentables de su vida.
Breno llegó ebrio a casa en el exclusivo barrio de Grünewald, destruyó muebles y se arrojó por la ventana del segundo piso con la intención de suicidarse, pero sobrevivió.
Entonces, le pidió a su esposa llevarse a los niños. Llamó a su agente para pedirle que los cuidara. Se encerró en el hogar y le prendió fuego. La llegada rápida de bomberos y la policía evitó que Borges acabara con su vida.
“Estaba poseído. Estaba fuera de sí. Tenía dentro a Satanás”, contó su pareja, Renata Borges.
Como su familia no se encontraba en casa en ese momento, no hubo víctimas que lamentar. Sin embargo, el incidente tuvo consecuencias legales significativas.
En julio de 2012, Breno fue condenado a tres años y nueve meses de prisión por incendio premeditado. Durante el juicio, expresó su arrepentimiento y pidió disculpas al Bayern Múnich y al propietario de la vivienda.
“No sé lo que hice. Había bebido mucho. No sé lo que pasó. No recuerdo casi nada”, relató el defensa durante el juicio.
“Lo único que sé es que estaba muy triste porque me acababan de decir que me tenía que operar por tercera vez en poco tiempo de la rodilla”, relató también, según detalla ABC.
A pesar de su situación, el Bayern Múnich mostró su apoyo al jugador. En agosto de 2013, se le permitió trabajar como asistente en las divisiones menores del club durante el día, regresando a la prisión por las noches, en un esfuerzo por facilitar su reintegración a la sociedad.
“Breno es un miembro de la gran familia del Bayern que una vez tuvo problemas. Ahora hay un rayo de esperanza y queremos darle la oportunidad”, dijo entonces Uli Hoeness, presidente del club bávaro.
Tras cumplir su condena, Breno regresó a Brasil y en 2015 se reincorporó al São Paulo FC. Sin embargo, las secuelas físicas y emocionales de su experiencia en Alemania limitaron su desempeño. Posteriormente, tuvo un paso por el Vasco da Gama, pero las lesiones continuaron afectando su carrera, llevándolo finalmente a retirarse del fútbol profesional en 2019.
La historia de Breno es un recordatorio de los desafíos que enfrentan los atletas profesionales, no solo en el ámbito deportivo, sino también en su salud mental y bienestar personal. Su caso ha sido objeto de análisis en el mundo del fútbol, resaltando la importancia de brindar apoyo integral a los deportistas, especialmente en momentos de crisis.
Actualmente, Breno se mantiene alejado de los reflectores, enfocándose en su vida personal y familiar, reflexionando sobre una carrera que, aunque prometedora, se vio truncada por una serie de infortunios y decisiones desafortunadas.