El Congreso de EE. UU. intensifica su investigación sobre los negocios de la familia Biden con empresas chinas

El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, que tiene mayoría republicana, está profundizando sus investigaciones sobre los vínculos comerciales entre miembros de la familia del presidente Joe Biden y empresas chinas cercanas al régimen de Beijing durante su etapa como vicepresidente entre 2009 y 2017.

El titular del Comité, James Comer, emitió el 15 de febrero citaciones judiciales para obtener los registros financieros de Hunter Biden, James Biden y Sara Biden, así como de colaboradores suyos como Eric Schwerin y compañías vinculadas como Rosemont Seneca Partners.

El foco está puesto en presuntos pagos y facilitación de tarjetas de crédito por parte de la firma CEFC China Energy a parientes y socios de Biden para solventar gastos personales a cambio de potenciales contraprestaciones políticas.

Según declaró ante la comisión investigadora Rob Walker, exejecutivo de CEFC, esta empresa de origen chino habría pagado a Hunter y James Biden más de USD 7 millones en 2017 y 2018 por supuestos servicios de consultoría e influencia política, debido a los contactos de la familia Biden dentro del gobierno de EE. UU.

Asimismo, CEFC habría provisto a Sara, esposa de James Biden, una tarjeta de crédito para realizar compras por USD 100.000, de acuerdo a documentos del Senado.

Walker testificó además que Joe Biden se reunió personalmente con Ye Jianming, presidente de CEFC China Energy, en Washington D. C. en marzo de 2017.

Un exsocio comercial de Hunter Biden, Tony Bobulinski, declaró ante el Comité que James Biden desestimó las posibles consecuencias políticas que podrían derivarse de los tratos de la familia con empresarios chinos.

Bobulinski recordó estar sentado con James y Hunter Biden en un bar vacío del Beverly Hilton en 2017, esperando a que llegara Joe Biden para poder hablar de un acuerdo comercial relacionado con CEFC China Energy, según muestra la transcripción.

Esta empresa ha sido repetidamente señalada por funcionarios estadounidenses por sus estrechos vínculos con el Partido Comunista Chino y su involucramiento en campañas de influencia política global.

Joe Biden ha negado en varias ocasiones haber discutido negocios de familiares con Hunter, James o socios extranjeros. Pero mensajes y correos del laptop de Hunter encontrado en 2020, y los últimos testimonios sugieren lo contrario.

La oposición republicana alega que estos vínculos configurarían un caso de corrupción que comprometería al actual mandatario y que justificaría abrir un juicio político en su contra.