El Comité del Nobel alerta sobre el respaldo internacional a Maduro: “Detrás de él están Cuba, Rusia, Irán, China y Hezbolá”
Durante su discurso en la ceremonia del Premio Nobel de la Paz, el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, lanzó una dura advertencia sobre el avance del autoritarismo en el mundo y, en particular, sobre la situación de Venezuela bajo el régimen de Nicolás Maduro. Según afirmó, el régimen venezolano no actúa solo: cuenta con el apoyo directo de varias potencias y grupos que fortalecen su capacidad de represión y supervivencia.
“Los regímenes autoritarios aprenden unos de otros”
Frydnes señaló que cada vez más países, incluso aquellos con tradición democrática, están transitando hacia modelos autoritarios y militarizados. En ese contexto, aseguró que existen redes de cooperación entre gobiernos y organizaciones que comparten herramientas de control social.
“Los regímenes autoritarios aprenden unos de otros. Comparten tecnologías y sistemas de propaganda. Detrás de Maduro están Cuba, Rusia, Irán, China y Hezbolá, que proporcionan armas, sistemas de vigilancia y vías de supervivencia económica. Hacen que el régimen sea más robusto y más brutal”.
Para el presidente del Comité del Nobel, este respaldo externo explica en parte la capacidad del Gobierno venezolano para sostener estructuras represivas y mantenerse a pesar del deterioro económico y social del país.
Un presente “horroroso” para Venezuela
Frydnes advirtió que el futuro de Venezuela puede tomar distintos caminos, pero insistió en que la situación actual es devastadora.
Descrita por el Comité como “uno de los mayores éxodos del mundo”, la crisis migratoria venezolana ya supera los 8 millones de personas, una cuarta parte de la población. Para Frydnes, esto constituye un reflejo directo del colapso humanitario.
El presidente del Comité afirmó que Venezuela se ha convertido en un “Estado brutal y autoritario”, donde una pequeña élite protegida por el poder y la impunidad se enriquece, mientras la población enfrenta carencias extremas.
“La oposición venezolana necesita apoyo, no indiferencia”
En un mensaje contundente, Frydnes cuestionó a quienes optan por mirar hacia otro lado ante la tragedia venezolana.
“La oposición democrática en Venezuela debe contar con nuestro apoyo, no con nuestra indiferencia o, peor aún, con nuestra condena”.
La ceremonia estuvo marcada por la ausencia de María Corina Machado, quien no logró llegar a tiempo por motivos de seguridad. Su hija, Ana Corina Sosa Machado, leyó en su nombre el discurso preparado para la ocasión.
Denuncias sobre represión y tortura
El presidente del Comité no evitó referirse a las violaciones de derechos humanos reportadas en Venezuela.
“Mientras estamos aquí sentados en el Ayuntamiento de Oslo, personas inocentes están encerradas en celdas oscuras en Venezuela. No pueden oír los discursos de hoy, solo los gritos de los presos que están siendo torturados”, afirmó.
También mencionó el reciente fallecimiento del exgobernador Alfredo Díaz, muerto bajo custodia en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), conocido como El Helicoide, al que calificó como “la mayor cámara de tortura de América Latina”.
Una crítica al relato oficial
Frydnes sostuvo que el régimen venezolano lleva años “acallando, acosando y atacando sistemáticamente” a la oposición. Asimismo, denunció que el Gobierno ha presentado ante el mundo una “versión manipulada” del conflicto interno, en la que intenta mostrarse como garante de la paz mientras persigue y encarcela a sus adversarios.
También destacó que Machado participó en procesos de diálogo durante años y que, pese a ello, el régimen continúa acusándola de desestabilizar al país.
Un llamado a no darle la espalda a Venezuela
El presidente del Comité enmarcó la crisis venezolana en un mundo donde el autoritarismo gana terreno y subrayó que la comunidad internacional no puede permanecer pasiva.
“El mundo le ha dado la espalda a Venezuela”, lamentó.
A su juicio, si la democracia en el país sudamericano ha de tener una oportunidad, será gracias al apoyo externo y a la resistencia interna que encarnan figuras como Machado.
