Efecto Trump: Panamá no renovará tratado con China
En un giro significativo en la política exterior panameña, el presidente José Raúl Mulino anunció el 1 de febrero que su gobierno no renovará el memorando de entendimiento firmado con China en 2017, conocido como la Ruta de la Seda. Este anuncio se produjo tras una reunión en Ciudad de Panamá con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien calificó la influencia china en el Canal de Panamá como «inaceptable» para Washington.
El memorando de entendimiento, que debía renovarse en 2026, fue firmado bajo la administración del expresidente panameño Juan Carlos Varela, quien estableció relaciones diplomáticas con China en 2017, rompiendo su histórico vínculo con Taiwán.
A través de este acuerdo, Beijing financió diversos proyectos de infraestructura en Panamá, incluyendo el puerto de Colón y el desarrollo de una zona económica especial en el país.
Uno de los puntos más polémicos del acuerdo con China fue el control de ciertas operaciones estratégicas en el Canal de Panamá. Aunque el gobierno panameño aseguró que la administración del canal sigue en manos panameñas, empresas chinas han logrado obtener concesiones para puertos, telecomunicaciones y proyectos logísticos en la zona. Según el Departamento de Estado de EE. UU., más de 30 empresas chinas tienen presencia operativa en Panamá.
La creciente presencia china en torno al canal ha generado preocupaciones en Estados Unidos sobre posibles violaciones al Tratado de Neutralidad Permanente y Funcionamiento del Canal de Panamá.
En este marco, el actual mandatario panameño, José Raúl Mulino, optó por no renovar el tratado, argumentando preocupaciones sobre la soberanía y el control estratégico de sectores clave.
Durante la reunión, Rubio transmitió al presidente Mulino que «la influencia china en el Canal de Panamá es inaceptable» y advirtió que, de no realizarse «cambios inmediatos», Estados Unidos tomaría «las medidas necesarias para proteger sus derechos». Estas declaraciones reflejan la postura firme de la administración Trump respecto a la presencia china en América Latina.
En respuesta, Mulino afirmó que «el canal no se negocia» y enfatizó que «no hay una amenaza real [por parte de Estados Unidos] de recuperar el canal o el uso de la fuerza». Además, aseguró que la soberanía de Panamá no está en cuestión y que el país continuará operando el canal de manera independiente.
Este desarrollo plantea la pregunta: ¿tenía razón el presidente Donald Trump en sus advertencias sobre la influencia china en el Canal de Panamá? Desde su campaña electoral, Trump ha expresado su preocupación por la creciente presencia del régimen comunista en la región y ha abogado por una postura más dura para contrarrestar dicha influencia. En enero de 2025, Trump afirmó que Estados Unidos «va a recuperar» el canal de Panamá o «va a pasar algo muy potente», sugiriendo posibles acciones si la situación no cambiaba.
La decisión de Panamá de no renovar el acuerdo con China podría interpretarse como una validación de las preocupaciones de Trump. La reacción de Beijing ante esta decisión aún está por verse.