EE. UU. recorta su presencia global: Trump cierra consulados y reestructura el Departamento de Estado

El Departamento de Estado de Estados Unidos se prepara para cerrar casi una docena de consulados, principalmente en Europa Occidental, y reducir su fuerza laboral a nivel mundial en los próximos meses, según informaron múltiples funcionarios estadounidenses a Reuters el jueves.
Esta medida, impulsada por el presidente republicano Donald Trump y el empresario Elon Musk, forma parte de un esfuerzo sin precedentes para reducir costos en la burocracia federal, alineándola con la agenda «America First» (Estados Unidos Primero). Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar: muchos advierten que estos recortes podrían debilitar el liderazgo estadounidense y dejar un vacío peligroso que potencias como China y Rusia podrían aprovechar.
Consulados en la mira
Entre los consulados que enfrentan el cierre se encuentran Leipzig, Hamburgo y Düsseldorf en Alemania; Burdeos, Rennes, Lyon y Estrasburgo en Francia; Florencia en Italia; Belo Horizonte en Brasil; y Ponta Delgada en Portugal. Aunque tres funcionarios indicaron que la lista aún podría modificarse, ya que algunos empleados están defendiendo su continuidad, el Departamento de Estado también notificó al Congreso el lunes su intención de cerrar su oficina en Gaziantep, Turquía, un punto clave para el apoyo humanitario en el norte de Siria. «Algunos de estos son tan pequeños que el ahorro es insignificante», lamentó un funcionario, calificando los recortes como «arbitrarios y performativos, sin método ni estrategia».
Reorganización en Washington
En la sede del Departamento de Estado en Washington, se evalúa fusionar varias oficinas especializadas que abordan temas como derechos humanos, refugiados, justicia penal global, asuntos de género y lucha contra la trata de personas. En las últimas semanas, decenas de contratistas de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo han sido despedidos, y la oficina encargada de reasentar a afganos en EE.UU. recibió instrucciones de planificar su cierre para abril. Además, diplomáticos enfocados en asuntos de Asia debían justificar la relevancia de las misiones en la región para la agenda «America First», según un correo interno de principios de febrero visto por Reuters.
Una burocracia bajo presión
Con más de 270 misiones diplomáticas en todo el mundo y una fuerza laboral de casi 70000 empleados —45000 locales, 13000 del servicio exterior y 11000 del servicio civil—, el Departamento de Estado enfrenta una reestructuración masiva. El mes pasado, Reuters informó que las misiones globales debían reducir al menos un 10% de su personal, tanto estadounidense como local. Este ajuste se suma a la congelación casi total de la ayuda exterior ordenada por Trump, que ha resultado en el despido o suspensión de miles de empleados y contratistas de USAID, así como la eliminación de miles de millones de dólares en ayuda humanitaria vital.
La visión de Trump y Musk
Durante su campaña, Trump prometió «limpiar el estado profundo» al despedir a burócratas que considera desleales. El mes pasado, emitió una orden ejecutiva para reformar el servicio exterior y garantizar una implementación «fiel y efectiva» de su política exterior. Junto a Musk, argumenta que el gobierno estadounidense es demasiado grande y que la ayuda financiada por los contribuyentes se ha gastado de manera derrochadora y fraudulenta.
«El Departamento de Estado sigue evaluando nuestra postura global para asegurar que estamos mejor posicionados para abordar los desafíos modernos en nombre del pueblo estadounidense», afirmó un portavoz oficial.