EE. UU. permitirá a Elon Musk implantar computadoras en cerebros humanos

¿Te gustaría poder comunicarte mentalmente con una computadora o con otra persona? ¿Guardar tus recuerdos en un dispositivo y acceder a ellos cuando quieras? Estas son algunas de las posibilidades que ofrece la tecnología de Neuralink, la empresa de neurotecnología cofundada por el multimillonario empresario Elon Musk.

Neuralink anunció que había recibido el permiso de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para realizar su primer estudio clínico en seres humanos. Se trata de un gran avance para la compañía, que busca implantar chips del tamaño de una moneda en el cerebro humano para conectarlo con una computadora.

El objetivo de la empresa es ayudar a las personas con parálisis severa o enfermedades neurológicas a controlar dispositivos externos con sus señales cerebrales. Además, aspiran a lograr una «cognición súper humana», es decir, potenciar las capacidades intelectuales y creativas de las personas al fusionarse con la inteligencia artificial (IA).

El dispositivo está formado por una pequeña sonda que contiene más de 3.000 electrodos conectados a hilos flexibles y más finos que un pelo humano, que se insertan quirúrgicamente en las áreas del cerebro que controlan las funciones motoras y sensoriales. El chip se comunica de forma inalámbrica con una aplicación que permite al usuario controlar diferentes funciones.

Neuralink ha demostrado el funcionamiento de su tecnología en animales como ratones y cerdos. En agosto del año pasado, Musk presentó a Gertrude, un cerdo que tenía implantado un chip en el cerebro durante dos meses y que podía enviar señales a una computadora cada vez que tocaba algo con el hocico.

Según Musk, la implantación del chip es un procedimiento seguro y reversible, que se realiza con un robot especializado y bajo anestesia local. El empresario aseguró que el dispositivo no afecta al tejido cerebral ni a la personalidad o identidad del receptor.

Aunque no han revelado los detalles de su primer ensayo clínico en humanos, se espera que comience pronto el reclutamiento de voluntarios. La empresa tendrá que demostrar la eficacia y seguridad de su tecnología ante las autoridades sanitarias y éticas. Asimismo, deberá superar los posibles desafíos técnicos y sociales que plantea este tipo de innovación.

Neuralink no es la única empresa que trabaja en el campo de la neurotecnología. Otras compañías como Kernel, Paradromics o Facebook también están desarrollando proyectos para conectar el cerebro humano con máquinas. Sin embargo, la compañía del dueño de Twitter y Tesla se ha destacado por su visión ambiciosa y disruptiva, impulsada por el carisma y la influencia de Musk.

Esta tecnología podría ser el inicio de una nueva era para los humanos. Aunque en principio está previsto que la usen para casos médicos, en un futuro planean usarla en diferentes áreas como el estudio o entretenimiento.

Polémicas en el camino

Para llegar a las pruebas en humanos, la compañía ha tenido que superar grandes obstáculos en los últimos años. En diciembre del año pasado estuvieron envueltos en una polémica por la forma insegura en la que transportaban los materiales usados. Expertos de la Universidad de California realizaron la denuncia, para evitar la propagación de enfermedades como  neumonía, infecciones, meningitis y Herpes B.

Asimismo, las pruebas en animales no han estado exentas de fallos. El año pasado se viralizó en YouTube un vídeo de un mono con un implante cerebral jugando a un videojuego que controla desde su mente. Días después, un informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), reveló que desde el 2018 han muerto 1.500 animales en laboratorios de Neuralink.

El último obstáculo que tuvieron que superar, estuvo relacionado con las baterías de litio en el cerebro. La FDA advirtió que el sistema era muy peligroso para usarlo en los seres humanos. Aunque esto retrasó el avance durante unos meses, por fin los expertos a la orden de Musk, dieron con un dispositivo que cumple con los estándares mínimos para iniciar las pruebas en personas.

Artículo publicado originalmente en Miami Diario